«Lo que llevó al crimen fue una opinión política divergente; la víctima estaba defendiendo a Lula, y el autor, defendiendo a Bolsonaro», explicó el comisario de la Policía Civil Victor Oliveira sobre el hecho ocurrido el miércoles último, según consignó el portal de noticias G1.
El autor del crimen, identificado como Rafael Silva de Oliveira, de 22 años, asesinó Bendito Cardoso dos Santos, de 44 años, a cuchilladas y hachazos por cuestiones políticas, precisó la fuerza de seguridad.
El asesino escondió las armas del crimen y fue caminando hasta el hospital porque tenía un corte en la mano y otro en la cabeza; allí alegó que había sufrido un robo
El asesinato sucedió en una finca rural cercana a la ciudad de Confresa, en el centro-oeste de Brasil, donde los dos hombres trabajaban juntos cortando leña cuando empezaron una acalorada discusión sobre política.
Según el comisario, Dos Santos golpeó a Oliveira en el rostro y, luego, tomó un cuchillo, pero el bolsonarista reaccionó, le quitó el arma blanca y se puso a perseguirlo.
Finalmente, acabó apuñalando a su compañero en la espalda, el cuello y la cabeza, y se dirigió a una caseta cercana, donde tomó un hacha y remató a la víctima con un corte en el cuello.
El asesino escondió las armas del crimen y fue caminando hasta Confresa para ser atendido en un hospital porque tenía un corte en la mano y otro en la cabeza, y allí alegó que había sufrido un robo, según reportó la agencia de noticias Sputnik.
Ya en julio pasado un policía había irrumpido en una fiesta de cumpleaños gritando consignas a favor de Bolsonaro y mató a tiros a un dirigente del partido del Lula
El sospechoso fue llevado a declarar a una comisaría policial, donde confesó el crimen y fue detenido acusado por homicidio por motivo fútil y motivo cruel, y permanecía detenido en forma preventiva.
Este caso expuso nuevamente la violencia política que vive actualmente Brasil de cara a las elecciones de octubre próximo, en las que Bolsonaro aspira a la reelección frente al líder del Partido de los Trabajadores (PT), quien las encuestas dan por ahora como favorito.
Ya en julio pasado un policía había irrumpido en una fiesta de cumpleaños gritando consignas a favor de Bolsonaro y mató a tiros a un dirigente del partido del Lula, en un club social de Foz de Iguazú, estado de Paraná, en la frontera con la provincia de Misiones.
Lula culpó hoy a la «intolerancia» el crimen de su seguidor, una noticia que dijo haber recibido “con mucha tristeza”.
“La intolerancia acabó con otra vida. Brasil no merece el odio que se instaló en este país; mis condolencias a la familia y amigos de Benedito», escribió el exmandatario en su cuenta de la red Twitter.
La organización Human Rights Watch (HRW), por su parte, pidió que todos los aspirantes a la presidencia de Brasil condenen de forma enérgica la muerte del trabajador.
«Todos los candidatos deberían condenar enérgicamente el asesinato de Benedito Cardoso dos Santos y cualquier acto de violencia política, intimidación o amenaza en periodo electoral», destacó en un comunicado la directora de las Américas de HRW, la colombiana Juanita Goebertus Estrada.
Para HRW, los candidatos deberían insistir a sus simpatizantes para que respeten a sus adversarios y «nunca recurran a la violencia», un principio central en el escenario «altamente polarizado» de las elecciones brasileñas.