El futuro de las PASO en Argentina tiene un final incierto. El tema se instaló en la agenda política luego de que algunos gobernadores, como el riojano Ricardo Quintela, manifestaran que las elecciones primarias generan un gasto innecesario y las internas se deberían dar en los partidos políticos.
Ante ese pedido de los mandatarios peronistas, en Juntos por el Cambio hubo una reacción inmediata y uniforme. Rechazaron la posibilidad de sacar las elecciones, lo consideraron un golpe a las instituciones y un retrato de la falta de previsibilidad en Argentina, donde las reglas del juego cambian permanentemente.
El Gobierno, a través del jefe de Gabinete, Juan Manzur, y la Portavoz, Gabriela Cerrutti, negaron que existiera la idea de avanzar con la eliminación de las PASO a nivel nacional. En la oposición descreen de que realmente sea así y dicen estar “alertas” frente a una posible avanzada.
En las filas opositoras la desconfianza está anclada en los movimientos de los gobernadores peronistas. Algunos de ellos ya decidieron dar de baja las Primarias en sus provincias, otros lo analizan y los menos prefieren no meterse en ese conflicto. Hay un punto en donde se unen todos: creen que las PASO, más temprano que tarde, deberían ser eliminadas.
De los 24 distritos electorales que hay en el país, 16 no tienen PASO. Los ciudadanos de esas provincias solo acudirán a las urnas en una Primaria cuando se elija al próximo presidente. Es decir, que solo una minoría de las provincias conserva ese cronograma electoral. Los gobernadores advierten que, con el paso del tiempo, las elecciones primarias perdieron el sentido para el que fueron creadas.
Hasta el momento, las PASO se realizan en Chaco, Catamarca, Mendoza, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Chubut. De ese puñado de distritos, en el corto plazo, algunos podrían saltar al grupo de los que no tienen Primarias. Las obligatoriedad de las primarias se va diluyendo y se convierte en un argumento para aquellos que la quieren borrar del mapa.
En la Liga de Gobernadores hay un consenso casi absoluto de que las PASO han perdido peso específico, que se convirtieron en un gasto innecesario que debe afrontar el Estado y que esos recursos podrían ser redireccionados a financiar otros proyectos gubernamentales. La mayoría no lo dice a viva voz. Se cuidan y juegan en las sombras. Son, ante todo, extremadamente pragmáticos.
“Las PASO son un gasto grosero de plata para el Estado. Extienden tres meses las normas de un proceso electoral. Sirve para ver que tal saliste en agosto, como si fuera una encuesta cara y obligatoria”, sostuvo uno de los gobernadores más influyentes en diálogo con Infobae.
Entre los mandatarios gira la idea de que si algún partido o frente electoral tiene candidatos con posturas incompatibles con las de otros, que se haga una modificación en la legislación y que solo vayan a la elección los partidos que tengan más de un candidato. El resto, que quede directamente oficializado para competir en los comicios generales.
Esa modalidad sigue generando gastos a la estructura estatal, contra lo que algunos están en contra. Por eso hay varios jefes provinciales que creen que el mejor camino es que regresen las internas partidarias o, en todo caso, las internas dentro de los frentes electorales. Pero que no sean abiertas y obligatorias para todo el mundo.
“La discusión tiene que volver a los partidos políticos. A la mayoría de la gente no le interesa ir a votar. Es un gasto grande y, sobre todo, un desgaste para la gente, que tiene que ir muchas veces a votar”, indicó un gobernador del norte grande a este medio.
Las últimas dos provincias que ingresaron al grupo de los que no tienen PASO fueron San Juan y Salta. El gobernador sanjuanino, Sergio Uñac, se inclinó por el regreso de la Ley de Lemas, lo que le valió el cuestionamiento furioso de toda la oposición. Gustavo Sáenz, en el norte del país, solo atinó a suspenderlas. Esos dos movimientos pusieron en alerta a Juntos por el Cambio.
La última semana se sumaron dos señales más sobre el avance de los gobernadores respecto a la posibilidad de derogar las PASO. El vicegobernador de Catamarca, Rubén Dusso, dejó la puerta abierta para suspenderlas y aseguró que, según encuestas que manejan en la gobernación, la gente está cansada de que “se la someta a dos o tres elecciones”.
La otra señal surgió por una declaración del intendente de Rawson, Damián Biss, que durante una entrevista dijo que algunos dirigentes radicales de Chubut no veían mal la idea de eliminar las elecciones primarias. Esas palabras despertaron el enojo de Mauricio Macri que, a través de sus redes sociales, salió a marcar la cancha y tensar con el radicalismo.
“En Chubut hay sectores que quieren modificar las reglas electorales a meses de votar y derogar las PASO. Les molesta la participación ciudadana, promueven atajos. No se puede ser cómplice de este retroceso, menos quienes desde Juntos por el Cambio decidimos defender la democracia y participación”, aseguró el ex Jefe de Estado.
Esas señales fueron la que despertaron el enojo en las filas opositoras. Tanto que, en días donde la intención del Gobierno de generar una mesa de diálogo sigue vigente, en Juntos por el Cambio dejaron en claro que un punto central para discutir, y tratar de generar un acercamiento, es ponerse de acuerdo en que las PASO van a seguir vigentes.
En la oposición creen que los gobernadores están ejerciendo presión sobre la Casa Rosada y que el Gobierno podría terminar cediendo. Temen que antes de que se termine el año en Balcarce 50 decidan suspender las Primarias presidenciales del 2023, lo que tensaría al máximo el vínculo entre el oficialismo y la oposición.
Por el lado de las provincias, en cambio, creen que, más allá de sus intenciones de hacer visible que las PASO no deberían seguir existiendo, Alberto Fernández no cederá ante el pedido. ¿El motivo? “El Presidente cree en el consenso con la oposición en ese tema. Y ese consenso no existe”, indicó un mandatario provincial que tiene una relación fluida con el Presidente
“Cuando se gobierna siempre hay que tomar decisiones. Y la mayoría de ellas no son con consenso. De hecho, quienes hoy, desde la oposición, quieren las PASO, fueron los que en un primer momento se opusieron”, expresó el mismo dirigente peronista. Respetan a Fernández, pero no comparten su postura.
En la Casa Rosada manejan el tema con mucho cuidado. En el ministerio del Interior afirman que no pueden ser juez y parte. Son los que controlan el proceso electoral. “No es ético. Somos los que tenemos que garantizar que se realicen las PASO y las elecciones generales. Son una ley. El tema debería pasar por el Congreso”, indicaron.
Además, en Interior aseguran que ningún gobernador le planteó a “Wado” de Pedro la posibilidad de suspender las PASO. Lo expuesto por Quintela la semana pasada consideran que se lo dijo para que traslade esa inquietud al Presidente, pero no para que el propio ministro motorice la derogación de las Primarias.
En la cartera que conduce el dirigente camporista señalan que, al día de hoy, se está trabajando para la organización del proceso electoral con las PASO incluidas. Tal es así que el Director Nacional Electoral, Marcos Schiavi, viene teniendo reuniones con los apoderados de los partidos desde hace dos meses.
Fuente Infobae