Durante todo el jueves y este viernes, una fiscal de Rosario acusó a 28 presuntos integrantes de la “nueva generación” de la banda narco Los Monos. Entre los imputados se encuentra parte del núcleo duro del clan Cantero, que fue allanado el lunes pasado en 80 operativos realizados por la Agencia de Investigación Criminal. No solo se les atribuyó formar parte de una asociación ilícita, sino también haber perpetrado tres resonantes homicidios, ocurridos entre junio de 2021 y julio pasado.
La fiscal de Homicidios Dolosos Marisol Fabbro sostuvo que la presunta organización está liderada por tres personas: Lorena Miriam Verdún (43 años) –ex pareja del asesinado Claudio “Pájaro” Cantero–, su hijo Luciano Uriel Cantero (19) y su nuera Érica Elena Bullón (23).
Verdún fue condenada en octubre de 2019 por venta de droga a cinco años de prisión. Luciano, su hijo, cayó en enero pasado con un arsenal de armas en su domicilio y actualmente está acusado por asociación ilícita, por un crimen, por extorsiones y balaceras. En tanto, Érica, pareja de “Lucho”, fue condenada el 26 de julio pasado a tres años de prisión efectiva por haber participado en ataques a tiros a personas que habían hecho operaciones comerciales con su novio.
Sin embargo, no fueron los únicos miembros del clan que se sentaron en el banquillo de los acusados del Centro de Justicia Penal, ya que también estuvieron Gastón Ezequiel Schneider –hijo extramatrimonial del “Pájaro” Cantero–; Macarena y Dylan Cantero, hijos de Máximo Ariel “Viejo” Cantero –fundador histórico de Los Monos–; y Patricia Celestina Contreras.
La asociación ilícita, a criterio de la fiscal, opera principalmente en los barrios La Granada, Las Flores, Las Delicias y barrio Plata, situados en la zona sur y sudoeste de Rosario, territorio históricamente dominado por Los Monos. En esos lugares, según la acusación, venden droga, extorsionan a comerciantes, cometieron balaceras y ejecutaron al menos tres homicidios.
Los crímenes fueron los de Damián Gómez (22 de junio de 2021), Ulises Gastón Gamarra Urquiza (23 de febrero pasado) y Luciano Roberto Muscio (3 de julio pasado).
Por el asesinato de Damián Gómez, de 24 años, ocurrido en Anchorena y Balcarce, ya fue imputado en enero pasado Luciano Cantero en carácter de instigador. Sobre ese ataque se pudo conocer que la víctima había mantenido una amistad con el hijo del “Pájaro”, pero después de una detención por narcomenudeo hubo un quiebre en la relación con “Lucho”.
Gómez, mientras era trasladado al Heca con diez impactos de bala, envió siete mensajes de voz de WhatsApp en los que aseguró a sus amigos que lo había mandado a matar “Lucho” Cantero, de acuerdo a la evidencia recolectada por investigadores judiciales.
El otro homicidio que habría cometido esta “nueva generación” de Los Monos es el de Ulises Gastón Gamarra Urquiza, de 23 años, quien fue acribillado a tiros mientras estaba adentro de su Fox blanco en San Francisco Solano al 2500, en barrio Las Delicias.
Desde un primer momento se sospechó de un móvil mafioso en el crimen de Gamarra, ya que en el interior del auto se encontraron 23 mil pesos y 24 mil dólares que no habían sido tocados por los sicarios. Además, la víctima salía con una joven a la que habían amenazado Los Monos, según fuentes de la investigación, por un conflicto en barrio Plata, en la zona sudoeste de la ciudad.
Una de las dos balaceras en Rosario que habrían sido ordenadas por Uriel Luciano “Lucho” Cantero
El último de los asesinatos tuvo otro trasfondo. Fue el de Luciano Muscio, a quien mataron de varios disparos para robarle su Honda Tornado 250 en la autopista Rosario-Buenos Aires, frente a la planta de General Motors, ubicada a la altura de la localidad de Alvear.
Aparentemente, el móvil del crimen de Muscio fue el robo de motos que luego iban a ser utilizadas en picadas en la periferia de Rosario. Al menos, esa hipótesis se desprende de comunicaciones telefónicas que mantuvo “Lucho” Cantero desde el penal de Marcos Paz con otros coimputados.
La parte del núcleo duro Cantero y la “Capocha” de la banda
La fiscal señaló durante la audiencia que además de las 28 personas imputadas hay 12 que están prófugas, por lo que el número de presuntos integrantes sería de 40 miembros.
De acuerdo a la investigación, quien oficia de “organizador” por debajo de los tres altos mandos –Verdún, Cantero y Bullón– es Dylan Tomás Baldón, alias “Capocha”, quien se comunica principalmente con “Lucho” Cantero, quien actualmente está alojado en el Complejo Federal para jóvenes adultos de Marcos Paz, en Buenos Aires.
“Capocha” fue detenido el 29 de agosto pasado en La Granada, cuando cayó con dos pistolas, una moto robada y 73 gramos de cocaína. Fue imputado por las armas y el vehículo con pedido de captura, y también por haber participado en la balacera que realizaron Los Monos en la terraza de un domicilio para festejar la Navidad del año pasado.
Otro que figura con un rol activo en la presunta banda es Dylan Lautaro Cantero, hijo del “Viejo”, quien cumplió 18 años el pasado 16 de junio. En llamados telefónicos él habla constantemente con su sobrino, Luciano Cantero, sobre intercambio de armas y también de ir a matar gente.
Dylan Cantero fue arrestado el lunes pasado en los allanamientos que hizo la Agencia de Investigación Criminal en la zona sur de Rosario. Hace dos meses había recuperado la libertad después de haber pasado aproximadamente un semestre dentro de una cárcel para adolescentes por una detención con un arma de fuego.
Macarena Cantero, hermana de Dylan, es otra de las presuntas integrantes de la asociación junto a su pareja Martín Walter “Pariente” Medina. Según la fiscal, “están vinculados al comercio ilegal de estupefacientes, realizan negociaciones constantes con Luciano Cantero, en moneda nacional y extranjera”. “Tienen un gran poder financiero que se nutre del narcotráfico y compraventa de vehículos”, enfatizó Fabbro durante su alocución.
Gastón Schneider, hermano de “Lucho” Cantero, fue acusado por distintas maniobras hechas para la compra de armas y deudas por droga, según las comunicaciones ventiladas entre él, su hermano y Dylan Baldón.
“El gordo gil de Vitamina dijo que le pase 10 y hoy me tiene que pagar. Hasta ahora no me mandó, pero igual va a tener que entregar todo. Si no, lo voy a cagar a tiros a él, re corta. Me paga o le robo el barrio, fijate”, le dijo Gastón Schneider a su hermano Luciano Cantero en una comunicación que mantuvieron el 5 de junio pasado al mediodía, de acuerdo a la evidencia.
Schneider ya estaba preso por una condena a 10 años de cárcel por robo y homicidio. Y en enero pasado también sumó una imputación por extorsionar a comerciantes de la zona sur de Rosario.
Fuente Infobae