La apertura de las compuertas de la Central Hidroeléctrica Acaray casi arrastró a varios niños que fueron sorprendidos por la crecida abrupta del caudal de agua cuando se encontraban pescando en el lugar.

El hecho ocurrió esta tarde en el Kilómetro 7 barrio Don Bosco de esta capital departamental, donde dos niños tuvieron que subir a la copa de un árbol para evitar ser arrastrados por la correntada. En tanto que una mujer con sus hijos pequeños fueron rescatados a tiempo por los vecinos.
Bomberos voluntarios de Ciudad del Este llegaron al sitio y tras media hora del cierre de las compuertas finalmente pudieron rescatar sanos y salvos a los menores de edad.

El ingeniero Gustavo Arias, gerente de la hidroeléctrica, manifestó que esta mañana a las 09:00 cerraron las compuertas para un trabajo técnico. Luego, según la versión de Arias, esta tarde realizaron una apertura de alarma por una hora -antes de lanzar un mayor volumen de agua- a fin de permitir que lo ribereños pudieran abandonar la zona.

Por su parte, los vecinos acusaron a los encargados de la represa de liberar el agua de manera repentina, sin darles tiempo de salir.