Cuál es el efecto de la aspirina en la prevención de enfermedades cardiovasculares

La evidencia científica comprobó que no debe tomarse un comprimido por día para disminuir el riesgo de afecciones cardíacas. En qué casos sí está recomendado

La aspirina fue utilizada durante mucho tiempo como un medicamento de prevención cardiovascular. Hasta hace unos años, le diría una década o un poco más, casi todo el mundo tomaba una aspirina para cuidar el corazón.

Nos referimos a las aspirinas que son de 100 miligramos, las llamadas cardioaspirinas, no las grandes de 500 miligramos. Era un hábito difundido la ingesta de un comprimido diario, una costumbre que se daba tanto en hombres como en mujeres por encima de los 45, 50, 55 años, una por día para prevenir el infarto o el accidente cerebro vascular (ACV). Le quiero decir algo muy importante, esto ya no es así.

Sabemos hoy, científicamente comprobado, que no hay que tomar aspirina excepto que uno ya haya tenido un problema cardiológico o un accidente cerebrovascular.

Antes de tomar cualquier medicamento se debe consultar al médico para evitar los riesgos de la automedicación (iStock)Antes de tomar cualquier medicamento se debe consultar al médico para evitar los riesgos de la automedicación (iStock)

La reciente evidencia científica señala que el riesgo de efectos secundarios graves supera con creces el beneficio de lo que alguna vez se consideró una herramienta económica y de acceso masivo en la lucha contra las enfermedades cardíacas.

Así lo determinó en un informe preliminar el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos, un panel de 16 expertos en atención primaria y prevención que revisa regularmente los servicios clínicos y su efectividad.

El consumo diario de aspirinas de 100 miligramos sólo está indicado para quienes ya hayan sufrido un evento cardíaco o un accidente cardiovascular (Europa Press)
El consumo diario de aspirinas de 100 miligramos sólo está indicado para quienes ya hayan sufrido un evento cardíaco o un accidente cardiovascular (Europa Press)

“El uso diario de la aspirina puede ayudar a prevenir los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares en algunas personas, pero también puede causar daños potencialmente graves, como las hemorragias internas”, señaló el doctor John Wong, integrante del panel de expertos designado por el Departamento de Salud de EEUU, al comunicar los resultados en octubre del año pasado.

Entonces, si una persona no ha tenido ningún problema cardíaco, es decir un infarto, al tomar una aspirina de rutina es más probable que tenga problemas por hemorragia que por el infarto. Está probado que no conviene. Tanto hombre como mujer. Y lo mismo para el accidente cerebrovascular.

No hay que tomar aspirina por prevención, simplemente porque usted crea que es así. Sí se toma aspirina, las que se presentan en dosis de 100 miligramos por día, tanto en hombres como en mujeres, que sí ya han tenido un infarto o que sí ya han tenido un fenómeno cerebrovascular, como un accidente cerebrovascular o un accidente isquémico transitorio.

Hasta hace una década, la ingesta diaria de una aspirina para prevenir ataques cardíacos era una costumbre habitual en gran parte de la población mayor de 50 años (Getty Images)

¿Por qué? Porque en esos casos sí este medicamento de venta libre puede prevenir la aparición de un segundo evento que podría ser más complicado que el primero.

La conclusión es que no se debe tomar aspirina porque sí. Sólo es conveniente si se toma aspirina para la prevención de un segundo episodio cardiovascular, sea este cardíaco o cerebral. O la consume porque el médico se lo dice o porque hay algún otro motivo por el cual debe tomarlo.

Por todo esto, quiero remarcar que no es cuestión de ir, comprar, automedicarse y tomar 100 miligramos diarios de aspirina, hoy sabemos que no es así y que esto no es beneficioso.

* El doctor Daniel López Rosetti es médico (MN 62540) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH). Y es autor de libros como: “Emoción y sentimientos” (Ed. Planeta, 2017), “Equilibrio. Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos. Manual del usuario.” (Ed. Planeta, 2019), entre otros.

Fuente Infobae

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