Un cura abandonó en forma intempestiva la misa que oficiaba en una Iglesia de Goiania, en el centro de Brasil, tras discutir con una feligresa que había votado a Luiz Inacio Lula da Silva en las elecciones del 30 de octubre.El religioso se enojó a tal punto que pidió retirarse de la iglesia a todas las personas que votaron al presidente electo, según un testigo citado por el portal G1.
Algunos feligreses repudiaron la actitud del religioso e hicieron la letra “L” con su mano, un gesto que acompañó a los simpatizantes de Lula durante la campaña. Entonces el sacerdote se quitó la estola y la casulla, las prendas que los religiosos se colocan para celebrar misa, y abandonó la iglesia.
Cómo fue el escándalo protagonizado por un cura brasileño que abandonó la Iglesia en plena misa: El escándalo ocurrió el lunes en la Iglesia Matriz Inmaculado Corazón de María en el municipio de Nerópolis, en la región metropolitana de Goiania, capital del estado de Goiás, en el centro del país.
En medio de una discusión política, el padre Danilo Neto, simpatizante de Jair Bolsonaro, pidió que se retiraran todos los feligreses que votaron a Lula, según G1.
El escándalo comenzó cuando una mujer se levantó y empezó a discutir con el cura por cuestiones políticas. En solidaridad con la mujer, algunos feligreses hicieron el símbolo de la “L” con sus manos, lo que hizo enojar aún más al sacerdote.
El cura, fuera de sí, afirmó: “¿Y? Entonces bien. Ustedes no precisan de un cura. Entonces, voy a dejar la parroquia”. Toda la escena quedó grabada en un video filmado por uno de los feligreses y que se viralizó en las redes sociales.
Qué dijo la Diócesis de Anápolis sobre el escándalo en una Iglesia de Brasil: Tras el escándalo, la Diócesis de Anápolis, de la que depende la Iglesia de Nerópolis, condenó la actitud del sacerdote.
“La Diócesis de Anápolis lamenta profundamente el episodio ocurrido durante la celebración de la Santa Misa el 6 de noviembre en la Parroquia Inmaculado Corazón de María en Nerópolis. El obispo diocesano, al tomar conocimiento del hecho, está acompañando personalmente la situación y tomará las medidas debidas”, afirmó un comunicado.
Además, reiteró “la posición no partidaria de la Iglesia” y repudió “cualquier acto de intolerancia. Rogando al Señor Dios por la unidad y la paz, la Diócesis de Anápolis invita a los fieles a rezar por el sacerdote y por la comunidad”, indicó.