El proyecto es una acción del gobierno federal, en asociación con el gobierno del estado de Paraná e Itaipú Binacional, que está invirtiendo R$ 323 millones en el proyecto, en valores actualizados. La empresa también financia las obras de Perimetral Leste, que están en marcha e incluyen la construcción de nuevas aduanas. La autopista de 15 km conectará el nuevo puente con la BR-277. El valor de inversión de Itaipú es de R$ 336,6 millones.

El miércoles (7), representantes del Consorcio Construbase-Cidade-Paulitec, responsable de la construcción del puente, se reunieron en Foz de Iguazú con el Director General brasileño de Itaipú, Anatalicio Risden Junior, y el Director de Coordinación, Luiz Felipe Carbonell.

La reunión fue solicitada por el consorcio para agradecer a Itaipú por su participación en el proyecto como agente de financiamiento, lo que permitió completar dentro del cronograma previsto, sin retrasos ni incidentes significativos.

«Fue una asociación fantástica con Itaipú. En estos tres años, tuvimos una convivencia muy gratificante, muy técnica. Cada uno con su propio objetivo, pero al final logramos un excelente resultado», dijo José Luis Torres Rossetti, director de Construbase y jefe del consorcio. «Esta es una nueva visión de la empresa pública de calidad».

Risden dio la bienvenida al grupo y recordó que el nuevo puente internacional era una vieja demanda de la sociedad para aliviar el tráfico de vehículos pesados del Puente de la Amistad, pero que solo salió del periódico en 2019 cuando comenzaron las obras. «El Puente de la Integración es un hito para la región y su construcción se llevó a cabo de manera extremadamente tranquila, dentro de los plazos previstos», subrayó.

Carbonell señaló que la construcción del Puente de Integración coincidió con el período más crítico de la pandemia del covid-19, lo que trajo dificultades adicionales a la obra, especialmente en el suministro de materiales. Según él, «el nuevo puente tendrá relevancia internacional y conformará un nuevo eje logístico para los dos países».

«Este trabajo es particularmente especial porque tiene un free-go que es el más grande de América del Sur. Esto se logró sin interferir en el lecho del río [Paraná], como una premisa que adoptamos. Logramos poner las dos torres en las orillas, no hay nada dentro del río», reforzó José Luis Torres Rossetti.

Celso Moscardi y Marcelo Yassuo Sunemi (Construbase) también participaron en la visita; Raul Leitão dos Santos, Roberto Leitão dos Santos y Flávio Severiano dos Santos (Ciudad); y Pedro Luiz Paulikevis dos Santos (Paulitec). Previo a la reunión en el Centro Ejecutivo, el grupo realizó una visita técnica a la central hidroeléctrica, coordinada por la División de Relaciones Públicas (CSRP. GB) de la binacional.

Cómo es la estructura

El Puente de Integración Brasil-Paraguay es del tipo de cable, tiene 760 metros de largo y está libre de 470 metros. Tiene dos pendientes de 3,6 metros de ancho cada una, arcén de 3 metros y acera de 1,7 metros a los lados. En el lado brasileño, el mástil principal es de 190 metros, equivalente a un edificio de 63 pisos.

El trabajo comenzó en agosto de 2019. Tres años después, en agosto de este año, los dos frentes de trabajo (de Brasil y Paraguay) se encontraron en el lecho del río Paraná. En el proyecto se utilizaron aproximadamente 37.000 metros cúbicos de hormigón y 3.500 toneladas de acero.

A finales de noviembre, el puente se sometió a pruebas dinámicas con camiones hormigonera, cargados con agua y grava y carga de hasta 162 toneladas. También se instala iluminación funcional, con tecnología LED.

Incluso antes de su apertura, el puente, junto al Hito de las Tres Fronteras, ya se ha convertido en una nueva postal en la región turística trinacional. Por la noche, se puede ver la estructura iluminada desde lejos, desde varios puntos de la frontera.