El súper poder de los arándanos radica en su alto contenido de flavonoides, un compuesto natural antioxidante asociado a tasas más lentas de deterioro cognitivo. Estas sustancias neutralizan la acción de los radicales libres que son nocivos para el organismo, y promueven efectos fisiológicos Tanto antiinflamatorios como antibacterianos.
Ahora, científicos de la Universidad de Cincinnati, en EEUU, descubrieron que agregar arándanos a la dieta diaria de ciertas poblaciones de mediana edad puede reducir las posibilidades de desarrollar demencia en las últimas décadas de la vida.
Comer solo media taza de arándanos al día a los 50 años podría ayudar a evitar la demencia, según el estudio. Los académicos estadounidenses rastrearon a 13 adultos obesos con deterioro leve de la memoria que comieron las bayas durante tres meses y encontraron una mejora significativa en su memoria en comparación con otros que no comieron frutas.
El equipo sugirió que las bayas pueden tener un efecto protector porque contienen antocianinas, un tipo de flavonoide que puede reducir la inflamación. Pero admitieron que era difícil determinar si los arándanos habían desencadenado la mejora porque el estudio era observacional, lo que significa que no podía decir si el resultado se debía a otros factores, y tenía un tamaño de muestra pequeño.
Para arribar a estos resultados, los científicos reclutaron a 33 adultos de alrededor de los 50 años de todo el área de Cincinnati que habían aumentado de peso en su mediana edad. Los participantes de ambos grupos pesaban alrededor de 93 kg en promedio y tenían una circunferencia de cintura de alrededor de 107 centímetros.
Sus puntajes de IMC fueron 33, clasificándolos como obesos. Todos ellos eran prediabéticos, cuando el cuerpo comienza a volverse resistente a la insulina. Este es un paso más cerca de la diabetes tipo 2, un factor de riesgo clave para la demencia.
Durante un periodo de 12 semanas, se pidió a los pacientes que se abstuvieran de consumir bayas de cualquier tipo, excepto un paquete diario de suplemento en polvo que debían mezclar con agua y consumir con el desayuno o la cena. La mitad de los participantes recibieron polvos que contenían el equivalente a media taza de arándanos enteros, mientras que la otra mitad recibió un placebo.
A los participantes también se les hicieron pruebas que medían ciertas capacidades cognitivas que disminuyen en pacientes con envejecimiento y demencia tardía, como las funciones ejecutivas, como la memoria de trabajo, la flexibilidad mental y el autocontrol.
Según el doctor Robert Krikorian, el psicólogo que dirigió el estudio, los del grupo tratado con arándanos mostraron una mejora en las tareas cognitivas que dependen del control ejecutivo. “Esto se evidenció como una menor interferencia de información extraña durante el aprendizaje y la memoria”, afirmó el experto. Los pacientes del grupo de arándanos también presentaron niveles de insulina en ayunas más bajos, lo que significa que los participantes mejoraron su función metabólica y fueron capaces de quemar más fácilmente las grasas para obtener energía.
Krikorian destacó que el grupo de los arándanos mostró un grado leve adicional de mayor desacoplamiento mitocondrial, un proceso celular que se ha asociado con una mayor longevidad y una reducción del estrés oxidativo. El estrés oxidativo puede provocar síntomas como la fatiga y la pérdida de memoria. “Este último hallazgo fue exploratorio, pero apunta a un interesante mecanismo potencial de los beneficios del arándano”, resaltó.
En el futuro, el especialista está interesado en comprender mejor los mecanismos exactos de los arándanos que ayudan a mejorar el rendimiento cognitivo y la función metabólica. Pero la principal conclusión del estudio actual es que la administración regular de suplementos de arándanos en dietas de riesgo de mediana edad puede reducir las posibilidades de desarrollar demencia en la última etapa de la vida.
“El tamaño de la muestra es una limitación obvia del estudio, por lo que será importante reproducir estos hallazgos, especialmente por parte de otros investigadores. Mientras tanto, podría ser una buena idea consumir arándanos de forma regular”, finalizó.
Fuente Infobae