Luego de los dos días de paro que afectó este lunes y martes a todos los hospitales y centros de salud de la provincia, los trabajadores de salud pública afiliados a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) resolvieron en asamblea reforzar la medida de fuerza con un paro de 72 horas que tendrá lugar desde este miércoles y hasta el viernes.

“El paro de 48 horas se cumplió con un importante acatamiento en los distintos hospitales de la provincia, hoy  marchamos hasta el Ministerio de Salud Pública en una convocatoria donde estuvieron presentes trabajadores de los hospitales de la zona Capital, Ahí mismo tuvo lugar una asamblea en la que, ante la negativa del Gobierno de mejorar la oferta salarial para diciembre y enero, se resolvió continuar con el paro el miércoles, jueves y viernes”, indicó Eduardo Sanabria de la Mesa Directiva de ATE.

Según el dirigente, “esperamos que los gobernantes nos convoquen para poder reabrir la discusión salarial y que la propuesta nos permita recuperar nuestro salario perdido por la inflación”.

La última oferta del Gobierno -rechazada por ATE- fue de sumar 1.500 pesos al básico en diciembre y 1.200 en enero. En tanto, ATE solicitó 3.500 en diciembre e igual cifra en enero e incluso bajó sus expectativas a lo largo de la negociación: 2.500 en diciembre y 1.800 en enero, pero no se llegó a un acuerdo.

La lucha en el hospital de Bernardo de Irigoyen

En el hospital de Bernardo Irigoyen, un sector de los trabajadores, entre ellos los choferes de ambulancias y cuatro enfermeras, no solo harán paro a partir de mañana y por tiempo indeterminado para reclamar un aumento salarial, sino también para que se regularice su situación laboral. Es que los choferes están contratados por la Municipalidad y las enfermeras están totalmente en negro y cobran 1.500 pesos por cada guardia que realizan… estas últimas, en el mejor de los casos, perciben 25.000 pesos por mes.

“Nos adheriremos al paro desde mañana (miércoles) a las 8 de la mañana para protestar por situaciones que son particulares de nuestro hospital. Somos cinco choferes que cobramos como agentes municipales, pese a que hacemos un trabajo que debiera depender del Ministerio de Salud Pública. Lo mismo ocurre con cuatro enfermeras, tres de las cuales cobran 1.500 pesos por guardia y no figuran como trabajadoras ni del hospital ni del Municipio, la otra depende el Municipio y también cobra 25.000 pesos por mes”, contó uno de los choferes.

Según anticiparon, “solo atenderemos urgencias, no habrá atención en consultorios externos ni se harán derivaciones”. Indicaron además que tampoco se harán vacunaciones porque también están adheridos al paro los promotores de salud quienes “recientemente fueron contratados por Salud Pública pero perdieron su antigüedad y algunos tenían más de 15 años de antigüedad”.

Según contaron los choferes, según el contrato municipal tienen que cumplir 166 horas mensuales, “pero la realidad es que hacemos más de 388 horas”.

El Hospital de Bernardo de Irigoyen es de Nivel I, el nivel más bajo de complejidad. De ahí el impacto del paro de los choferes de ambulancia quienes tienen a su cargo el traslado de los pacientes que requieren atención de mayor complejidad. “Nuestro hospital casi no tenemos nada, está por debajo del Nivel I, incluso laboratorio e imágenes (placas) solo se hacen en horario de oficina… o sea que si ingresa un accidentado o un abdomen agudo a la madrugada hay que derivarlo. Nuestro hospital es un centro de derivación, sólo el mes pasado hicimos más de 12.000 kilómetros con una de las ambulancias, son dos o tres viajes diarios al SAMIC de Eldorado que significan 330 kilómetros de ida y vuelta”, detallaron los choferes.