De calidad, homologados y testeados: así deben ser los anteojos de sol para cuidar la salud ocular

Lo correcto es realizar primero un examen visual para que un médico oftalmólogo determine si corresponde llevar corrección óptica en el anteojo de sol o no.

 

Los anteojos de sol suelen ser un accesorio de moda y muchos los cambian en cada temporada. Sin embargo, hay productos que pueden dañar los ojos. ¿Cómo elegir los lentes para cuidar la visión?

“Comprar los modelos que se venden en la calle no es un buen negocio: comprometen seriamente la visión”, advierte el doctor Roberto Albertazzi (M.N. 54.836), médico oftalmólogo y presidente de la World Keratoconus Society.

El anteojo debería ser oscuro, sobre todo si se lo va a utilizar en la playa. Por lo tanto, es importante que detenga las 3/4 partes de la luz solar visible. Las gafas de sol con lentes de colores (como ámbar o gris) no bloquean más el sol. Sin embargo, un lente de color marrón o rosa, puede proporcionar más contraste. Los atletas que practican deportes como el golf, con frecuencia encuentran útil esta mejora de contraste.

“Los rayos ultravioleta se dividen en UVA, UVB y UVC. Estos últimos están bloqueados por la capa de ozono, mientras que los otros dos llegan a la Tierra y traspasan la piel… y los ojos. La diferencia de la piel, cuando los rayos UV dañan las células de los ojos, es que muchas no se regeneran”, remarca Albertazzi.

Una forma de asegurar el control de la calidad es adquirirlos en lugares habilitados a tal fin. El médico recomienda además que las gafas cubran toda el área de los ojos de manera tal de que los rayos tampoco puedan penetrar de costado. También se recomienda el uso de sombrero de ala ancha.

Categoría de los filtros de las lentes

Los filtros se clasifican en nivel bajo, medio y alto según su capacidad de absorber la luz molesta. El utilizar un filtro inadecuado puede provocar dificultades en la visión.

“En general, se recomiendan lentes con filtro de 400 UV, porque la radiación solar es una de las causas de cataratas, queratitis, carnosidad y otros problemas en cuanto a la retina. Si se tuvo alguna operación en los ojos, hasta los tres meses posteriores es necesario usar lentes con protección”, indica Albertazzi, miembro fundador de la Sociedad Argentina de Cirugía Refractiva, Córnea y Cataratas.

Los niños necesitan llevar anteojos de sol. (Foto: kevin - stock.adobe.com)
Los niños necesitan llevar anteojos de sol. (Foto: kevin – stock.adobe.com)

En días nublados, también hay que protegerse dado que la radiación UV puede atravesar las nubes. Hay que recordar que, habitualmente, uno se broncea incluso durante esos días.

Inflamaciones agudas de la córnea y de la conjuntiva, daños en la retina (especialmente en la mácula) y a largo plazo el desarrollo de cataratas, la degeneración macular relacionada con la edad (daño en área de visión central) y la formación de pterigion (crecimiento anormal de la conjuntiva) son un ejemplo de los daños oculares que puede ocasionar.

“Dolor de cabeza, visión de halos, efecto prismático o distorsión en la vista son los síntomas que puede causar el uso de anteojos de sol de mala calidad”, enumera el oftalmólogo. “El consejo no distingue entre grandes y chicos: todos tienen que cuidarse”, concluye.

 

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