Dormir sin ropa interior y no quedarse con la ropa mojada: tips para evitar infecciones vaginales

Aunque los hongos, bacterias y otros gérmenes son normales en el cuerpo femenino, cuando se desencadenan por condiciones ambientales, pueden causar diversas afecciones médicas.

Algunos hábitos propios de los días de mucho calor pueden provocar irritación o causar estragos en la preciosa flora vaginal, que es el delicado equilibrio de bacterias y otros microbios que mantienen la vulva saludable, según la Clínica Cleveland. Alterar ese equilibrio puede aumentar las posibilidades de desarrollar una infección fúngica o bacteriana.

“El sudor tiene un pH de 7, mientras que el pH de la vagina es mucho más bajo, de 3,5 a 4,5. Mucha sudoración puede afectar el pH interno y externo de la vulva, lo que favorece la presencia de molestias como picazón, ardor, irritación y enrojecimiento de la vulva”, detalla la obstetra y ginecóloga Ruth O. Arumala, miembro del Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología (ACOG).

Los días más cálidos pueden hacer que se sude más y ese clima húmedo puede resultar en el crecimiento excesivo de ciertos hongos y bacterias.

“Si usas ropa ajustada o telas no transpirables, esa humedad podría quedar atrapada junto a tu piel todo el día. Peor aún, cuando llega el momento de refrescarse, ¿qué haces? Vas al agua: más humedad, especialmente si no te secas y te cambias de ropa rápidamente. Y cuanto más tiempo camine con la humedad a cuestas, más probabilidades tendrá de desarrollar una infección”, advierte.

La humedad y el calor alteran el equilibrio de la flora íntima. (Foto: Adobe Stock)
La humedad y el calor alteran el equilibrio de la flora íntima. (Foto: Adobe Stock)Por: Adobe Stock

Hay una serie de consejos que se suelen dar para evitar las infecciones urinarias y las infecciones vaginales en verano, que causan molestias o mal olor; son pequeños hábitos que no significan un gran esfuerzo y que pueden ahorrar algún que otro disgusto o visita al médico. Entre ellos se encuentran:

  • Cambiarse, ponerse ropa limpia y holgada después de que se haya terminado de mojar.
  • Evitar usar la malla sin lavar. Incluso si se ve limpia, el material entra en contacto con las bacterias de la vagina y la parte posterior después de un solo uso.
  • No ser demasiado insistente con la higiene vaginal. La vulva no necesita atención extra o limpieza solo por el clima más cálido; es una parte increíble de la anatomía femenina con la capacidad de soportar todo tipo de cambios en el pH de fluidos como la sangre menstrual y la eyaculación posterior al coito.
  • Evitar usar ropa interior en las noches calurosas porque puede crear ese ambiente cálido y húmedo perfecto que los hongos y las bacterias aman, según la Clínica Mayo. Dormir desnuda expone el tejido vulvar y vaginal al aire, permitiendo que la microbiota vaginal esté en equilibrio.
  • Tener especial cuidado con el afeitado o la depilación con cera, ya que pueden aumentar el riesgo de infecciones, incluidas las infecciones virales como el virus del papiloma humano (VPH), porque los patógenos pueden ingresar a la piel a través de cortes o áreas de piel irritada.

 

Fuente TN

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