Por medio del Indicador Barrial de Situación Nutricional (IBSN), tanto a nivel nacional como provincial, vienen monitoreando y conociendo la situación nutricional de los niños niñas y adolescentes de 0 a 18 años que viven en los barrios populares. «Además, no solo la preocupación del Instituto motiva estos relevamientos sino también, mostrar en tiempo real, la malnutrición en los niños y adolescentes.», destacó la referente provincial del ISEPCI, Belén Wagner.

Durante el 2022, se realizó el relevamiento entre los meses de octubre y noviembre en más de 23 provincias y en Misiones, se efectuó en las localidades de Posadas, Garupá, Candelaria, Eldorado, Puerto Esperanza, Montecarlo, Apóstoles y Gobernador Roca en más de 30 puntos muestrales o merenderos pertenecientes al Libres del Sur. Según datos proporcionados por la Asociación Civil Futuro Social, actualmente, el Movimiento se encarga de más de 60 merenderos y comedores en toda la provincia, abarcando a más de 600 familias en estado de vulnerabilidad.

Es así, que cada seis meses aproximadamente, en nuestra provincia, el Instituto trabaja junto al área de Salud Colectiva de Libres del Sur, realizando diferentes relevamientos con datos de antropometría e IMC, exponiendo «si el niño tiene bajo peso, malnutrición u obesidad. Luego convocamos a los diferentes coordinadores de comedores a participar de diferentes capacitaciones para que ellos, ya sea por la situación de confianza o cercanía, convoquen a las familias a esos puntos muestrales y nosotros tomemos los datos de peso y talla que son volcados no solo en una planilla sino también en una aplicación que permite indagar en mayores datos antropométricos», indicó Belén.

El objetivo del relevamiento consiste en visibilizar la situación que atraviesan los niños, niñas y adolescentes, proponiendo mejoras en las políticas públicas, formando un nexo entre las familias y el Estado. «Es importante para nosotros poner alarmas en lugares donde vamos detectando malnutrición. Luego armamos informes y vamos detallando las situaciones que vamos detectando. Por ejemplo, tenemos niños que son de cinco, o un año y ya lo encontramos con bajo peso o obesidad», siguió.

Con las georeferencias que realizan, el Instituto avanza en la denuncias sobre las diferentes situaciones que van percibiendo ante los organismos estatales entendiendo que «son garantes de derecho de cada familia y que deben intervenir. En los casos de malnutrición u obesidad, desde el área de Salud Colectiva de Libres, se realizan capacitaciones desde la perspectiva de vulnerabilidad social y de la pobreza. Para nosotros, también es importante el poder contar con el apoyo de los profesionales que quieran participar».

«Si bien aún no hay datos detallados a nivel nacional ni provincial, de alguna manera tenemos muestreos preliminares que arrojaron altos índices de sobrepeso y obesidad en las localidades relevadas. Cuando presentamos esto suelen decirnos que es por una cuestión cultural, que muchas familias están acostumbradas a comer harinas pero también hay una variable muy importante que es la inflación. Nosotros, con el Índice Barrial de Precios (IBP) fuimos viendo los incrementos de los alimentos, de todo los que componen la dieta diaria de una familia y estos, sufrieron importantísimos aumentos durante el 2022, sobre todo los de verdulería y frutería, lo que genera poco acceso a los mismos por parte de las familias», explicó Belén adelantando que cuando culmine el trabajo de campo, aproximadamente a mitad del 2023, podrán tener un panorama más amplio para sugerir a las Instituciones gubernamentales, la implementación de nuevas políticas públicas que ayuden a las familias de barrios populares a mejorar su situación.