Iguazú (LaVozDeCataratas) La primera fecha del calendario en el que se conmemoran a los felinos, se debe al gato de la hija de Bill Clinton, presidente de los Estados Unidos de 1993 a 2001. Este felino se hizo muy popular en toda la nación y falleció el 20 de febrero de 2009, por este motivo, sus seguidores decidieron declarar esta fecha como «Día Internacional del Gato».
En Argentina, a parte de los domésticos, existen unas 10 especies de felinos silvestres, como el puma, los gatos guigna, andino, montés y pajonal, el ocelote, el tirica, el yaguareté, el margay y el yaguarundí, 6 de ellos los podrás encontrar en la provincia de Misiones: El margay, la tirica, el ocelote, el yaguarundí, el puma y el yaguareté.
El gato margay o gato tigre (Leopardus wiedii) es uno de los gatos más pequeños de entre las distintas especies de felinos que posee la selva misionera. En algunas zonas es conocido como Gato Tigre o Tigrillo Peludo, por la forma y densidad de su pelaje.
El Margay se parece al Ocelote, pero más chico y con nariz oscura. Sus grandes ojos saltones y su cola que llega a representar el 40% del largo total de su cuerpo, son sus rasgos más distintivo y lo que los hace buenos cazadores nocturnos y particularmente ágiles para trepar árboles donde pueden pasar la mayor parte de su vida. De hecho, pueden descender de los árboles de forma completamente vertical cabeza abajo como las ardillas y quedar colgados de ramas sostenidos únicamente por una de sus patas.
Tirica (Leopardus guttulus) es de los felinos salvajes más pequeños de nuestro continente. La contextura de su cuerpo, su huella y su maullido pueden pasar por el de un gato doméstico. De hecho, uno de los principales motivos por los que se lo caza ilegalmente es para tenerlo como mascota. En Argentina se encuentran en estado de conservación vulnerable y están protegidos en el Parque Nacional Iguazú, Parque Provincial Urugua-í y otras áreas de reservas en Misiones.
La Tirica vive en selvas y bosques subtropicales, se lo puede encontrar en la provincia de Misiones, en la ecorregión de las selvas paranaenses, incluso en las isletas o en las «capueras» que son las partes de la selva «limpias» para el cultivo donde se lo puede encontrar en montes tupidos con vegetación. En zonas de cercanía rural, se lo persigue atrayéndolo con cebos en gallineros porque atacan las aves de corral en busca de alimento.
El ocelote o gato onza (Leopardus pardalis) es tercer felino en tamaño en la Argentina, después del yaguareté (Panthera onca) y el Puma (Puma concolor). También es conocido como «Leopardo pintado» por las marcas que posee en su piel, manchado con ocelos, considerado como uno de los más bellos de los felinos salvajes.
El ocelote es un animal solitario que establece territorios de hasta 30 km2. El tamaño del territorio varía según el tipo de entorno que lo rodee. Es un animal nocturno, por tanto, se pasa el día durmiendo oculto entre vegetación espesa o en ramas altas y frondosas. Para sobrevivir durante la noche posee una vista, tacto y oídos excelentemente adaptados para la caza nocturna.
El Yaguarundí (Herpailurus yagouaroundi) es el felino americano más diferente del resto; por su coloración uniforme sólo recuerda al puma pero es mucho menor. Su forma alargada con cabeza pequeña y patas cortas han contribuido a que en algunas regiones de Argentina se lo conozca como “gato hurón”.
El pelaje es corto y uniforme sin manchas. En Argentina presenta dos fases de coloración, una pardo rojiza y otra gris oscura o negra. Ambas fases pueden aparecer simultáneamente en una misma población e incluso en una misma camada. Generalmente en bosques húmedos sería más frecuente la variante oscura, mientras que ambientes secos y abiertos predominan las variantes más claras.
Puma (Puma concolor) es un felino de gran tamaño, casi como el Yaguareté. Presenta una forma esbelta, cabeza ancha, con orejas redondeadas y cola larga, del mismo grosor en toda su longitud. Tanto el tamaño como la coloración varían geográficamente; el norte son de menor tamaño y de coloración rojiza.
De movimientos rápidos y silenciosos, es un corredor veloz, muy poderoso en el salto y un hábil nadador; trepa a los árboles con agilidad, puede subir o bajar de ellos con un solo salto de más de 10 metros. No puede rugir y al igual que los gatos domésticos vocalizan silbidos agudos, gruñidos y ronroneos.
El yaguareté (Panthera onca) es el felino más grande de América y el tercero del mundo. Mide entre 150 y 170 cm de largo, más 80 cm aproximadamente que mide la cola, con una altura de entre 65 a 80 cm hasta la cruz y un peso de entre 70 y 90 kg, aunque puede llegar a pesar hasta 135 kg.
El yaguareté es una especie “indicadora” de la salud del ambiente ya que necesita bosques en buen estado para poder sobrevivir. Esto se debe a que, al posicionarse en la cima de la cadena alimenticia y depender de presas menores para su subsistencia, su presencia garantiza la buena salud del ambiente.
En nuestro país es una de las 500 especies considerada en peligro de extinción. La pérdida de su hábitat (selva y bosque) producto de la deforestación, su caza ilegal o la caza indiscriminada de animales más pequeños –sus presas- y los conflictos con animales domésticos, afectan directamente la supervivencia en su habitat.