Iguazú (LaVozDeCataratas) El trabajo doméstico generalmente lo realizan las mujeres. Se trata de una labor invisible, sin reconocimiento, sin pago, con jornadas muy largas, desvalorada y oculta. Y lo más contradictorio es que ni siquiera se considera trabajo, sino una obligación casi natural de las mujeres. Y muchas veces de desprecia, por ser ellas las que tengan que limpiar.
Naty hace muchos años que trabaja en la limpieza y lo hace espectacularmente bien, así mantiene a sus hijos, los dos siguen estudiando, y la vemos madrugar todos los días porque hay que dejar limpias las oficina antes de que llegue el público.
«Amo hacerlo y más cuando la persona que me contrata valora el trabajo que hago. Más allá de la empresa con la cual trabajo, continúo con mis limpiezas de casas particulares, ya que siempre me llaman y les gusta como realizo mi tarea, y eso me enorgullece, saber que hay personas que si saben valorar el trabajo de limpieza. No es algo fácil de hacerlo y si lo haces perfectamente bien es por que te encanta» contó a LaVozDeCataratas
«Hasta hace pocos meses mantenía a sus dos hijos, ahora el mayor se independizó y solo lo ayudo si necesita. Por fin con mi hija pudimos conseguir la manutención del padre, que logré desde la justicia» agregó.
Le preguntamos si le queda tiempo para hacer cosas por ella, a lo que respondió: «nooo, recién este año empezaré hacer cosas por mí, ya que mis hijos están grandes. Siempre me dediqué a ellos en todo y no me arrepiento de todo ese tiempo, no fue perdido, ese tiempo era para ellos «.
«Al trabajo de limpieza se debería reconocer y pagar como corresponde, pero es un oficio donde no le dan valor ni importancia, es un trabajo de 24hs. Creo que algunas personas valoraron un poco más cuando estuvimos en pandemia. Los clientes con los que trabajo saben cómo lo hago y el tiempo que estoy fuera de mí casa, y lo que ganaba, por eso decidieron ayudarme. Agradezco a Dios por poner gente buena en mí vida y la de mis hijos» concluyó,