Una mujer transgénero fue condenada el martes a ocho años de prisión en Escocia por dos violaciones cometidas antes de su transición para convertirse en mujer y deberá cumplir su pena en una prisión para varones, en un caso que abrió un debate público en el Reino Unido.
Isla Bryson, de 31 años, inició su cambio de género hace dos años -luego de los delitos que se le imputaron- y está ahora bajo tratamiento hormonal y desea someterse a una operación quirúrgica para completar su proceso, se indicó durante su juicio.
Durante el juicio, Bryson negó las violaciones y dijo que se trató de relaciones sexuales consentidas. También afirmó durante el juicio que “nunca lastimaría a otro ser humano” y que las víctimas “confabularon” contra ella.
El Tribunal Superior de Glasgow escuchó que Bryson atacó a una víctima en Clydebank, West Dunbartonshire, en 2016, y a otra en Drumchapel, Glasgow, en 2019.
Según el relato de la Fiscalía, Bryson, que entonces se llamaba Adam Graham, conoció a sus dos víctimas en línea y “se aprovechó” de las mujeres vulnerables.
El juez aceptó que Bryson se considera “vulnerable en algunos aspectos” debido a experiencias infantiles adversas, pero agregó: “Su vulnerabilidad no es excusa en absoluto para lo que les hizo a esas dos mujeres en 2016 y 2019″.
Los expertos consideraron que Bryson tiene un “alto riesgo” de reincidencia por lo que fue incluida indefinidamente en el registro de delincuentes sexuales.
Tras la condena de Bryson, una de las víctimas declaró que estaba segura de que la acusada estaba “fingiendo” y había optado por cambiar de sexo como “una salida fácil” tras las violaciones. La exesposa de Bryson también declaró que se trataba de una “farsa para llamar la atención”.
Shonna Graham sostuvo que el foco debe estar en las víctimas. ”La forma en que lo veo es que un hombre que cometió el delito como hombre debería cumplir la pena en una prisión masculina. No puedes cometer un delito como hombre y luego querer hacer la transición una vez que te acusan”, expresó la mujer.
Durante el juicio, el abogado defensor Edward Targowski KC dijo que Bryson había sido objeto de comentarios “mezquinos, mal informados e ignorantes” sobre su cambio de género. El letrado precisó que su cliente había decidido cambiar de género hace muchos años, había recibido cantidades “máximas” de medicamentos y estaba en una lista de espera para una cirugía de reasignación de género.
Tras la condena, se revocó la libertad bajo fianza de Bryson, que quedó en prisión preventiva. En un primer momento, fue trasladada a Cornton Vale, la única cárcel exclusivamente femenina de Escocia. Esto había provocado indignación entre la población y la clase política escocesa y británica, algunos preocupados por la seguridad de las demás presas.
Las autoridades escocesas decidieron finalmente que cumpliría su condena en una prisión para hombres “debido al nivel de riesgo y las incertidumbres” en el caso.
A raíz del caso Bryson, el Ministerio de Justicia anunció el mes pasado una “revisión urgente” de la situación de las personas transgénero detenidas y con antecedentes de violencia contra las mujeres que se encuentran en cárceles femeninas, indicó Télam. En tanto, las autoridades escocesas decidieron que las personas transgénero recién condenados o en prisión preventiva sean colocadas inicialmente en cárceles de acuerdo con su sexo de nacimiento.
Incluso el primer ministro británico Rishi Sunak dijo a inicios de febrero que el sexo biológico “realmente importa” después de que se le preguntara por el caso de Bryson. ”Tenemos que reconocer los desafíos que plantea para la seguridad de las mujeres. Y es por eso que el sexo biológico es importante”, afirmó en una entrevista.
Este caso se produjo en el momento en que Londres acaba de bloquear una ley votada en Escocia para facilitar el reconocimiento del cambio de género. La norma suprime la exigencia de un diagnóstico médico y permite el cambio de género desde los 16 años. Activistas critican el hecho de que esta ley pueda ser un medio para que depredadores sexuales accedan a lugares reservados a las mujeres, a pesar de las garantías previstas en el texto.