La odisea de padres de niños con TEA para conseguir maestras integradoras

Entre las dificultades que deben sortear se encuentran la negación de algunas instituciones a recibir a niños con diferentes condiciones, la falta de maestras integradoras que acompañen a los estudiantes en sus trayectorias, que muchas de ellas prefieran trabajar de manera particular y no con obra sociales y la burocracia de estas últimas a la hora de cubrir la prestación. 

Iguazú (LaVozDeCataratas) Un nuevo ciclo escolar comenzó no tan felizmente para padres de niños con discapacidad quienes encuentran distintas trabas para que sus hijos accedan a la escolaridad.

«Para que la obra social te cubra, las que cubren, te exige que sea una Profesora de Educación Especial con título o Psicopedagoga que estén inscriptas y hay pocas. Por ley no debería ser así, una cláusula permite que puedan ser Acompañante Terapéuticos por ejemplo, pero las obras sociales no cubren» relató a LaVozDeCataratas, Lorena Aguilar integrante de la Organización Familias TEA.

Quienes no tienen obra social o no logran cumplir con esos requisitos, tienen la opción de contratar a un Acompañante Terapéutico pero «es difícil porque están cobrando cerca de 70 mil pesos por turno. Entonces hay niños que hacen horarios reducidos, dos o tres horas, dependiendo el tiempo que los padres puedan pagar y también hay muchos chicos que están fuera de la escuela» señaló Aguilar.

Otro inconveniente es que muchas veces las profesionales deciden trabajar solo de forma particular ya que» Para que las Obras Sociales te cubran tenés que cumplir un montón de requisitos, a eso hay que sumar que no pagan a término. Las pocas que hay no quieren trabajar con las obras sociales porque tardan entre tres o cuatro meses para pagar y hasta hemos tenido casos en que debieron enviar carta documento ultimando para que les paguen».

A pesar de que se ha avanzado en materia de derechos para niños con discapacidad, la discriminación aún existe en los establecimientos escolares, y una de ellas se produjo cuando «La directora de una Escuela Pública le dijo a la psicopedagoga que esa no era una Escuela Especial entonces no podían admitir a un chico con discapacidad y eso es ilegal porque no se puede discriminar a un chico que quiera ir a la escuela».

A esto se suma la falta de profesionales para atender a niños con distintos trastornos: «En Iguazú no hay profesionales, los principales que son neurólogos y fonoaudiólogos en la parte pública no tenemos directamente. Hay chicos que tienen que seguir un tratamiento una vez por semana  y los turnos te dan cada dos o tres meses, entonces ¿cómo haces?» finalizó.

 

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