La fiscal cordobesa Claudia Palacios ordenó la detención e imputación de tres hombres, acusados de ser los coautores del homicidio de Daniel Coria, cuyo cuerpo apareció quemado y descuartizado en un baldío a mediados de febrero. Fue encontrado cuando los bomberos fueron a apagar un incendio. Estaba desaparecido desde hacía una semana y sus familiares habían hecho la denuncia.

La víctima, de 38 años, había salido en moto de su casa, situada en la localidad de Malvinas Argentinas, cerca de la capital, para encontrarse con unos amigos. No regresó. Vecinos de la zona dicen que lo vieron subirse a un auto. Después apareció quemado y descuartizado.

La imputación por homicidio simple contra Carlos, Héctor y Michael Figueroa –todos familiares– podría agravarse en las próximas horas. También se podrían producir nuevas detenciones, ya que continúan las investigaciones.

El cuerpo fue hallado en un descampado sobre la ruta 19, en la zona sur de la ciudad de Córdoba.

La hipótesis es que el asesinato se ordenó desde la cárcel, donde un preso condenado por narcotráfico habría mandado a matar a Coria por un presunto robo de drogas en una casa que todavía está bajo el control del detenido y en la que operan conocidos suyos.

Los datos se corroboraron con los mensajes encontrados en los teléfonos móviles secuestrados a los Figueroa. Además, los acusados grabaron videos de cuando quemaron el cuerpo de la víctima para enviárselo a quien encargó el crimen.

Antes de prenderle fuego al cuerpo –lo hicieron con cubiertas–, lo descuartizaron. Previamente lo habían sometido a una tortura. Los primeros peritajes sobre el cuerpo indicaron que había sido asesinado una semana antes de ser encontrado. Una llave hallada entre sus ropas permitió dar arranque a la moto del fallecido, lo que dio los primeros indicios para identificarlo.

El preso que habría ordenado el ataque participó, hace dos años, de una paliza que le dieron a un barrabrava de Talleres: Walter Aguilera, El Toro. Ese ataque, ocurrido en el Establecimiento Penitenciario N°9, también había sido filmado con celulares.