Relaciones boomerang: así funcionan las parejas que van y vienen tantas veces que nunca llegan a ninguna parte

La aparición de una tercera persona o el desgaste psicológico de uno de los integrantes de la pareja serían los únicos factores que harán que rompan definitivamente.

Cada pareja es un mundo, pero es cierto que hay patrones que en algunas de ellas se repiten una y otra vez. Todos conocemos una relación que, desde afuera parece ser perfecta y también otras que no querríamos tener, quizá porque sus integrantes están siempre juntos sin darse espacio entre ellos o porque se aislaron del resto de los amigos. Junto a las que consideramos normales, encontramos también las llamadas relaciones boomerang, cuando sus integrantes van y vuelven tantas veces que ya perdimos la cuenta.

Se trata de relaciones intermitentes en las que el patrón de ruptura y reconciliación es un hábito frecuente para muchas personas incluso sin darse cuenta. Investigaciones recientes apuntan a que esta dinámica puede afectar mucho porque es muy adictiva y porque resulta extremadamente tóxica.

En las relaciones boomerang, siempre hay conflictos irresolubles. (Foto: Adobe Stock)
En las relaciones boomerang, siempre hay conflictos irresolubles. (Foto: Adobe Stock)

“Es importante que las relaciones sean de calidad, es decir, sin cortar, salvo que sea definitivamente. Si cortás más de una vez y volvés al cabo del tiempo, ya implica que algo pasa, y no hace falta romper con tu pareja para saber que la querés”, señaló Lara Ferreiro, psicóloga experta en relaciones de pareja.

La especialista asegura que las relaciones boomerang pueden generar un efecto de mucha angustia en las personas que las viven y explicó el porqué: “Una ruptura es muy dolorosa y este impacto negativo en tu cabeza y en tu cerebro una y otra vez hacen mucho daño al ser bucle intermitente”.

Parejas on-off:  La psicóloga indicó que estas idas y vueltas en algunas relaciones son destructivas mentalmente porque, por lo general, suelen generar muchos conflictos sin resolver. “En las relaciones boomerang, siempre hay conflictos irresolubles como, por ejemplo, uno de los miembros de la pareja quiere tener hijos y el otro no o infidelidades intermitentes que no van a dejar de estar ahí”.

“Es importante que estas parejas, conocidas como ‘on-off’, piensen si realmente tienen un problema sin resolver y en caso de tenerlo, tienen que intentar resolverlo cuanto antes para dejarse de tantas rupturas que desgastan la relación”, manifestó Ferreiro.

Personalidades boomerang: La experta en relaciones de amor indicó que en este tipo de relaciones que no llevan a ninguna parte, ambos integrantes tienen un vínculo entre ellos y un apego muy tóxico: “Son personalidades impulsivas y muy explosivas que, de repente, se enojan y dicen ‘se acabó, ya no quiero estar con vos’ y luego se arrepienten. Así una y otra vez”.

Otro rasgo en común de las personas que conforman estas relaciones es que son narcisistas porque “a través del castigo cortan la relación y luego vuelven, haciendo un tratamiento de silencio durante unas semanas para después volver”.

En una relación boomerang, suele haber adicción emocional. (Foto: Adobe Stock)
En una relación boomerang, suele haber adicción emocional. (Foto: Adobe Stock)

Además, suelen tener adicción emocional. “Cuando sos adicto a una relación, es muy peligroso. Por eso la gente vuelve, porque necesita su ‘droga’”, dijo Ferreiro, relacionándolo también con un apego ansioso: aunque no hay compromiso real y saben que tienen que dejarlo porque una relación así no es buena, hay algo que les impide dejarlo.

Al parecer, el 60% de los adultos se involucra al menos una vez en su vida en este tipo de relaciones y sus síntomas psicológicos son traumáticos. También, 7 de cada 10 personas tuvieron una relación tóxica al menos una vez en su vida. “Yo lo veo mucho en consulta: cuando vuelven es, por un lado, un enganche y alivio y cuando cortan otra vez, viene la angustia: no duermen, están tristes y esto, al final, acaba desgastando mucho”, advirtió la psicóloga.

Una relación que no llegará a buen puerto:  Las parejas intermitentes se alimentan de reinicios y a base de repetición. Según manifestó la especialista, primero se vive una “luna de miel”, luego llegan las peleas, después se corta la relación, en la que pueden llegar otras personas en esa transición, para volver de nuevo al punto de inicio.

Son bucles infinitos y, al ser consultada acerca de si hay posibilidad de éxito, Ferreiro dijo un “no” rotundo. “Si se resuelven los problemas irresueltos, como los ejemplos comentados anteriormente de la maternidad y paternidad, es prácticamente imposible salir del bucle: no son relaciones comprometidas ni sanas y lo que suele ocurrir es que aparece otra persona en la vida de uno de ellos o el propio desgaste hace que uno de los mismos rompa definitivamente”, concluyó.

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