«Cuando acepté que soy un hombre trans toda mi vida tuvo sentido»

"El problema es la gente que por algún motivo se siente atacada por nuestra existencia". Esto explica Antuán Guci en un video publicado en Instagram a los padres de un niño trans de 10 años, quienes le enviaron un mensaje de agradecimiento por sus publicaciones en las redes sociales que les ayudaron a entender a su hijo y apoyarlo.

Iguazú (LaVozDeCataratas) Hoy  31 de marzo se celebra el Día Internacional de la Visibilidad Trans, una fecha destinada al reconocimiento de las personas trans que busca crear conciencia sobre la necesidad de erradicar la discriminación en todo el mundo. La jornada fue instituida en 2009 por la activista transgénero estadounidense Rachel Crandall, co-fundadora de la organización Transgénero Michigan.

Antuán es  psicólogo tiene  28 años,  comenzó hace poco su propia transición hormonal, tras darse cuenta de que era un hombre transgénero y siempre lo había sido. Era la segunda vez que salía del closet,  hace 10 años lo hizo como mujer lesbiana. Ahora, Antuán educa y aconseja a miembros de la comunidad trans latinoamericana a través de sus redes sociales.

«¿En qué te influye  que alguien sea gay, que alguien sea bisexual, lesbiana o trans?«, pregunta Antuán a los críticos de la comunidad LGBT+ en el mismo video en el que explica la importancia de que las personas transgénero se sientan apoyadas por sus seres queridos.

«¿Cambia el curso de tu vida? ¿Te hace cuestionarte cosas que no te habías cuestionado antes y te dan susto?», prosigue. Antuán asegura no entenderlo, antes de explicarme que de todas formas ya se ha acostumbrado a recibir odio en las redes sociales.

«Honestamente, yo ahora me rio de algunos mensajes, porque son tan ridículos. Pero agradezco a los ‘haters’, porque si no fuera por ellos probablemente yo no me habría vuelto viral y esta entrevista no estaría pasando».

En el marco del Día Internacional de la Visibilidad Transgénero, Antuán Guci habló con BBC Mundo sobre la importancia de darle más espacio a la comunidad trans en los medios y en las redes sociales. Según él, la visibilidad es clave para la aceptación.

Y es que América es actualmente el continente más peligroso del mundo para ser trans. Según un informe de Amnistía Internacional, en este lado del mundo ocurrieron el 70 % de los 375 asesinatos de personas trans y de género diverso denunciados en todo el mundo desde enero hasta septiembre de 2021. Además, es una de las comunidades con las tasas más altas de depresión, ansiedad e intentos de suicidio.

Según datos de The Trevor Project, una organización sin fines de lucro dedicada a la prevención del suicidio de jóvenes LGBTQ+, más del 50 % de los jóvenes transgénero y no binarios en EE.UU. consideraron seriamente suicidarse el año pasado.

Fui un niño migrante en México, entonces, además de sentir que me faltaba algo en cuanto a identidad, siempre sentí que me faltaba esta parte de :»¿De dónde soy? ¿A dónde pertenezco?». Para mí, el hecho de migrar a otro lugar y de sentirme solo constantemente por no saber qué me estaba pasando marcó una etapa importante de mi vida.Viví una vida muy tranquila como mujer. Conocí a la mujer de mi vida y me identifiqué como mujer lesbiana durante 10 años.

Ser y vivir como mujer fue muy importante para mí porque yo soy psicólogo.

El hecho de haber vivido mi propia experiencia como mujer me da un nivel de empatía mucho mayor para lidiar con temas específicos con mis pacientes, porque las entiendo. Así que para mí ser mujer fue maravilloso.

Saliste del closet primero como lesbiana y luego como transexual. ¿Cómo fueron esos años? Vengo de un colegio extremadamente católico. Si conocen a los Legionarios de Cristo, van a entender el nivel de catolicismo. Para mí fue muy difícil salir del closet. Cuando salí como lesbiana, me daba mucho miedo pensar que me podía gustar una mujer.

Venía con toda esta carga de que era un pecado, estaba mal y me iba a ir al infierno. Creo que todos los que venimos de contextos religiosos hemos pasado por esto. Me preguntaba: «¿Por qué a mí? ¿Por qué Dios me está castigando?». Uno lo considera como un castigo. Después, cuando logré aceptarlo y me di la oportunidad de vivir libremente mi orientación, todo cambió para bien.

Tengo una familia que felizmente ha aceptado todos mis cambios con los brazos abiertos.

¿Cómo lo tomaron tus padres?

Bastante bien. A mi mamá le sorprendió. Mi mamá siempre ha tenido este miedo de qué va a decir la sociedad. Que la gente no lo entienda y que no quiere que me lastimen. Yo creo que es la aprehensión que tienen todos los padres. Que no nos hagan nada. Pero fue un recibimiento hermoso. De hecho, estuve de vacaciones hace poco y mi mamá dio un discurso dándole la bienvenida a este nuevo hijo.

En las redes te has dado a conocer por tus mensajes abordando temas psicológicos, sociales y relacionados con la comunidad LGBT y trans, ¿cómo ha recibido la gente estos mensajes?

Mis seguidores bien. Siempre me he preocupado muchísimo de que mis redes sean un espacio seguro para mis seguidores y para mí. Cuando salí del closet públicamente en ese espacio solamente recibí mensajes de amor y de apoyo. Fue maravilloso. Ya una vez que se comenzaron a viralizar contenidos que yo subía a reels, empezó a llegar el odio.

El 90% del odio que recibo en las redes sociales proviene de hombres cisgénero, ¿qué les importa que yo sea transexual?

No logro entender por qué tienen esa fijación con nuestra comunidad.

¿Por qué crees que a algunos les afecta tanto y les molesta que haya personas trans?

Falta de educación. El hecho de que no comprenden qué somos las personas trans. Nos ven como si fuéramos algo extraño o bichos raros.

Ni siquiera entienden cuál es el concepto de identidad. Al final las personas cisgénero nunca van a tener que cuestionarse si la identidad con la que están es cómoda porque obviamente para ellos lo es.

Esa gente no vive ese proceso mental y al no vivirlo no lo entienden y tampoco quieren entenderlo. Consideran que es una enfermedad o un trastorno. Si nos vamos por ese lado, la Organización Mundial de la Salud tampoco ha ayudado. Recién en 2019 se sacó de las patologías, trastornos y enfermedades a las personas trans. Entonces es algo extremadamente nuevo también.

Uno de los mensajes de apoyo que has recibido es el de un padre que tiene un niño trans de 10 años que te sigue y que ha aprendido de tus videos y se ha sentido identificado. Es un tema que a muchos padres les cuesta entender y les angustia. ¿Qué les dirías?

Lo primero es que lean, que investiguen, averigüen, que vayan a fundaciones. Volvemos a toda esta base de que hay muy poca educación sexual integral. Entonces la gente no sabe qué son las orientaciones sexuales, la gente no entiende qué es la identidad de género.

¿Háblame de tu propia experiencia de aceptación?

Fue complicado porque me daba mucho miedo cuestionarme de nuevo quien soy. Pero en el momento en el que me di permiso de cuestiónamelo e hice una revisión de toda mi vida, desde mi infancia hasta ahora, todo tuvo sentido. Empecé a verme desde mi infancia y me dije: «¡Dios, siempre he sido un niño!».

Luego viéndolo con mi mama y viendo fotos con mi abuela me di cuenta de que evidentemente había estado pasando desde hace tiempo, solamente no tenía el espacio para poder cuestionarlo y explorarlo. Pero cuando acepté que soy un hombre trans toda mi vida cobró sentido y todas las cosas que no entendía de mí se convirtieron en puntos de luz en mi vida.

Entendí: ah, por eso soy así, por eso aquello me molestaba, por eso esto no me hacía sentido.

Cuando vayan a dejar un comentario de odio, léanlo y pregúntense. ¿Me atrevería a decirle esto a esta persona en su cara? Probablemente la respuesta sea no. Pensemos un poco antes de compartir lo que queremos compartir, porque puede generar un impacto importante.

A mí el odio no me afecta en lo más mínimo, pero si ese tipo de odio le llegara a un adolescente que está descubriendo quien es, eso podría fácilmente traducirse en un intento de suicidio.

Fuente BBC

 

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