Investigadores de la Universidad Estatal de Paraná Occidental (Unioeste), del Campus de Foz do Iguaçu y de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) están desarrollando una trampa inteligente para combatir el mosquito Aedes aegypti, responsable de la transmisión de enfermedades como el dengue, el zika y el chikungunya.

La trampa tiene como objetivo capturar e identificar especies de mosquitos automáticamente, utilizando inteligencia artificial. La tecnología utilizada en la trampa le permite determinar en tiempo real la cantidad de mosquitos atrapados en el medio ambiente a lo largo del tiempo. Esta información permitirá, por ejemplo, actualizar el registro sobre los brotes de mosquitos encontrados, ayudando a las autoridades sanitarias a dirigir acciones para combatir el Aedes aegypti de manera más efectiva.

Para el investigador y profesor del Programa de Posgrado en Ingeniería Eléctrica e Informática de Unioeste, André Maletzke, por tratarse de una tecnología en desarrollo – donde Unioeste es el brazo brasileño del proyecto que cuenta con recursos 100% internacionales – todavía hay algunos desafíos por superar y preguntas por responder. Aunque la tecnología ha sido sometida a varias pruebas en el laboratorio y en condiciones de semicampo, los próximos meses serán de mucho aprendizaje, ya que se espera que la tecnología sea puesta en el campo, con el apoyo de las agencias de vigilancia, por la ciudad. El investigador espera que esta nueva fase de pruebas por parte de la ciudad traiga una serie de datos que permitan mejorar la tecnología y adaptarla a la gestión diaria.

El investigador recuerda que se han realizado varios avances en la tecnología a lo largo de los años para aumentar la capacidad de identificar especies y otros parámetros. «La idea era encontrar una firma basada en el sonido (ese ruido insoportable) que emite cada mosquito y usar esa firma para identificarlos. Para esto, los métodos de inteligencia artificial se han adaptado al problema». Al principio queríamos que la tecnología fuera capaz de diferenciar automáticamente a los mosquitos de otros tipos de insectos como las abejas y las moscas. El profesor recuerda que hay pocos insectos responsables de transmitir enfermedades y que la mayoría de las especies son beneficiosas para los humanos. Con el tiempo, la investigación evolucionó y los objetivos se volvieron más ambiciosos.

Actualmente, ya es posible, por ejemplo, identificar mosquitos por especie, sexo e incluso por tamaño. Los avances en el software también nos permitieron aumentar el nivel de precisión en el conteo de las especies capturadas», dice. El profesor André Maletzke dice que la investigación está en constante evolución y que la tecnología desarrollada también se ha utilizado para estudiar el comportamiento de los mosquitos y su interacción con el medio ambiente. «Cuanto más sepamos sobre estos insectos y su comportamiento en diferentes condiciones ambientales y rápidamente, mayor será nuestra capacidad de intervenir para mitigar los brotes de enfermedades en el futuro», dice.