Iguazú (LaVozDeCataratas_Kelly Fereryra) Cada 24 de abril  se celebra el Día Internacional de la Tolerancia, una fecha que nos recuerda la importancia de la convivencia pacífica y la diversidad cultural en nuestras sociedades. Este día fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1996, con el objetivo de promover la tolerancia, el diálogo y la comprensión mutua entre las personas y las culturas.

Sin embargo, en la actualidad, la falta de tolerancia se ha vuelto cada vez más evidente en las redes sociales. Los haters, personas que critican y ofenden a otras en línea, son un ejemplo de la intolerancia que a menudo se manifiesta en las redes sociales. Los comentarios ofensivos, el acoso y la discriminación son solo algunos de los problemas que enfrentamos en las plataformas digitales.

La falta de tolerancia en las redes sociales se debe en gran parte a la desinhibición que las personas sienten al estar detrás de una pantalla. La falta de contacto físico y la sensación de anonimato pueden hacer que las personas se comporten de manera más agresiva o irrespetuosa de lo que lo harían en persona. Además, la polarización y la confrontación son comunes en las redes sociales, donde la gente tiende a agruparse con quienes comparten sus opiniones y a descalificar a quienes piensan diferente.

Es importante recordar que la tolerancia no sólo implica respetar a aquellos con quienes estamos de acuerdo, sino también a aquellos con quienes no estamos de acuerdo. El diálogo y el respeto son la clave para construir sociedades más inclusivas y justas. En las redes sociales, es importante fomentar la empatía, el respeto y el diálogo constructivo. Debemos aprender a escuchar y comprender diferentes puntos de vista, sin descalificar ni atacar a quienes piensan diferente.

En resumen, el Día Internacional de la Tolerancia nos invita a reflexionar sobre nuestra actitud hacia las diferencias y a comprometernos a construir sociedades más inclusivas y tolerantes, también en las redes sociales. La tolerancia no es un concepto abstracto, sino una actitud que debemos practicar en nuestro día a día, en nuestras relaciones personales y en nuestra participación en la vida pública. Solo así podremos construir un mundo más justo, pacífico e inclusivo, tanto fuera como dentro de la red.