La policía de Kenia halló hasta el momento 47 cadáveres en los últimos tres días. Las investigaciones apuntan a una secta liderada por Makenzie Nthenge, que ya ocasionó internados por seguir un «ayuno» como rito.

Los investigadores intervinieron en la zona a raíz de una información que apuntaba a una posible fosa común. Varios adeptos de esa iglesia se esconden aun en el bosque.
Una mujer fue hallada el domingo por las autoridades con los ojos desorbitados y rechazó alimentarse, antes de ser trasladada en una ambulancia.
Otros 11 fieles de entre 17 y 49 años, siete hombres y cuatro mujeres, fueron hospitalizados la semana pasada tras ser socorridos en el bosque de Shakahola. El jefe de la secta, Makenzie Nthenge, acudió el 15 de abril a la policía, antes de ser detenido.
Una fuente policial afirmó que Nthenge inició una huelga de hambre y que «reza y ayuna» mientras está arrestado. Según medios locales, seis seguidores de este líder también fueron detenidos.
En un informe, la policía indicó que había sido informada de varias personas «muertas de hambre con el pretexto de conocer a Jesús después de que un sospechoso, Makenzie Nthenge, pastor de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva, les lavara el cerebro».
Según medios locales, Makenzie Nthenge había sido detenido e inculpado el mes pasado, después de que dos niños murieron de hambre mientras estaban siendo cuidados por sus padres. Pero pagó una fianza de 100.000 chelines kenianos (unos 740 dólares) y fue liberado.
Fuente: Ámbito