Declaración clave favoreció al pasante demorado por un presunto caso de abuso

La madre de la niña de 7 años que se sospecha fue ultrajada en una escuela de Jardín América, sostuvo ante la Justicia que su hija no dijo que fue violada ni atacada, sino que se lastimó por una caída.

La declaración ante el juez Leonardo Manuel Balanda Gómez, de la madre de la niña de 7 años que se recupera de un episodio violento, que se presumía y del que se inició una investigación como abuso sexual, podría considerarse como un giro drástico en la causa y favorecería al joven de 19 años y pasante de educación física, detenido por el hecho denunciado el pasado viernes en esta localidad.

Ante el magistrado subrogante de instrucción penal de Jardín América, la progenitora (27) relató que la denuncia ante la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional IX la presentó porque los médicos que asistieron a su hija por una herida en los genitales con profusa pérdida de sangre le aclararon que la lesión era grave y no se descartaría como resultado de un abuso sexual con acceso carnal. Pero recalcó que su hija no le dijo que hubiera sido atacada por otra persona o algún tipo de situación similar a un delito contra la integridad sexual.

Aseguró también que tampoco le nombró a algún docente como autor de algún tipo de ataque o episodio violento que le provocara la herida que necesitó de una derivación al Hospital de Pediatría de Posadas para una observación completa y evolución rápida.

La aclaración que realizó la madre de la alumna de la Escuela 811 donde se registró el hecho durante la mañana del 21 de abril, se concretó ayer en la misma jornada que el sospechoso se amparara en su derecho a guardar silencio y no responder en su contra en indagatoria.

Bajo el consejo del defensor oficial Eber Idelín Benítez, el joven que realizaba su pasantía como profesor de Educación Física en el establecimiento público, se negó a declarar y se le imputó provisoriamente el hecho, el presunto abuso sexual. No obstante, el testimonio que dio la madre de la menor involucrada favoreció a su coartada de inocencia.

Hasta el momento el único motivo que lo vincula a la víctima y circunstancias es que fue quien colaboró con otras docentes, incluyendo a la directora de la escuela, en la asistencia cuando notaron a la niña con la lesión sangrante.

La directora también declaró ayer, pero por la tarde, y de acuerdo a fuentes consultadas, habría coincidido en relatar que no hubo momento durante esa mañana para que el pasante pudiera haber cometido el delito mencionado y que, por el contrario, fue quien colaboró para actuar ante la contingencia.

 

La clave, mañana: La pericia que se presenta determinante en este caso, se concretará mañana cuando la niña de 7 años pueda relatar contenida en Cámara Gesell por profesionales del Cuerpo Médico Forense del Superior Tribunal de Justicia.

Por pedido del juez Balanda Gómez, titular del Juzgado de Instrucción de Puerto Rico, la medida se realizará en esta localidad.

Si la menor coincide con lo señalado por la progenitora ayer, la causa daría consecuentemente el giro que facilitará aceptar un pedido de excarcelación del imputado, que tiene arraigo y no posee antecedentes penales.

Vale remarcar que el sumario de la Comisaría de la Mujer que llegó al despacho del juez mencionado y subrogante hasta el sábado en Jardín América, sostendría que la víctima tiene el ímen intacto y tampoco se registraron lesiones anales. Otro punto relacionado indica que, lesiones o huellas de forcejo o sujeción en el resto del cuerpo de la niña tampoco se detectaron.

De todas maneras restan pericias por terminarse e informar sus resultados y comprenden las prendas de vestir del joven demorado, hisopados y el análisis de su teléfono celular secuestrado de inmediato con su aprehensión el viernes pasado y por orden, por esos días, del juez Rubén Osvaldo Lunge, Correccional y de Menores de Puerto Rico.

Hoy continuarán las declaraciones de testigos con dos docentes del mismo centro educativo.

Fuente Primera Edición
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