El hecho salió a la luz el miércoles de la semana pasada, cuando una joven se acercó a la comisaría de la Mujer para denunciar que su tío había abusado a ella y de su hija. A partir de esto, el hombre, que se dedica a comprar y vender autos, comenzó a ser investigado por la Justicia.

Con el correr de los días, sin que se hubiera avanzado en la causa judicial y ante la falta de respuestas, los familiares y vecinos de las presuntas víctimas decidieron actuar por cuenta propia y se dirigieron a la casa del acusado para lincharlo.

Los atacantes, que vivían a tres cuadras de la casa del acusado, prendieron fuego a los autos que estaban estacionados en la puerta de su domicilio sobre las calles Ambrosetti y Seaver, y cuando la policía llegó para demorar al sospechoso, se agolparon en la vereda y comenzaron a golpearlo.

Los efectivos de la comisaría de la zona lograron subir al hombre al patrullero y lo trasladaron a la sede policial, donde quedó alojado por algunas horas. Sin embargo, el sujeto no quedó aprehendido y fue puesto en libertad hasta tanto avance la causa.

Según relató un amigo del acusado, ahora el hombre se encuentra resguardado en otro domicilio por miedo a que vuelvan los vecinos. “Hubo quilombo afuera de la casa, pero adentro no. Él ahora no está acá, me estoy quedando yo para cuidarla. No sé dónde está porque no tuve comunicación con él”, aseguró Bruno.

En las últimas horas, la fiscalía a cargo de la investigación ordenó una serie de peritajes y una Cámara Gesell a la menor presuntamente abusada, así como también evaluaciones psicológicas para los involucrados en el caso. Mientras tanto, el acusado continúa en libertad y se desconoce su paradero actual.