Iguazú (LaVozDeCataratas) En un comunicado la dirigente sindical Mónica Gurina, reflexionó sobre la jornada que se vivió el día 24 de mayo en Iguazú, en la que los trabajadores del turismo, impidieran que se cortara el acceso al tránsito y perjudicara a miles de turistas que llegaban a Iguazú para visitar las Cataratas.

Los manifestantes del  Frente de lucha se concentró en el acceso a Iguazú,  «para visibilizar el reclamo en el epicentro del turismo internacional de la Provincia, que deja enormes recursos apropiados en última instancia por unos pocos, mientras los trabajadores padecen con salarios de hambre»

Gurina dijo que: «en este contexto la respuesta del gobierno fue verdaderamente nefasta, desnudando un bloque político sumamente peligroso por el carácter represivo y antiobrero: la hostilidad de la patota de sectores afines al intendente municipal de Iguazú Claudio Filippa (según lo expresaron ellos mismos) en connivencia con la Policía provincial y la Gendarmería Nacional, que con un despliegue descomunal y actitud violenta y patoteril como hace tiempo no se vivían, dieron carta blanca al accionar de los rompehuelgas, sumado al vergonzoso papel del Poder Judicial, quien emitió una orden de desalojo con características sumamente graves para los que no estábamos realizando el corte (detención sin identificación, secuestro de pertenencias y de automotores, bajo la figura de concurso real).

Durante la jornada se vivieron situaciones realmente irrisorias, como encontrarse con las vías de circulación totalmente cortadas por estos grupos que impedían el tránsito por las rutas, al punto tal de no permitir que ningún docente pudiera llegar a la ciudad de Iguazú (incluso aunque viviera allí o estuviera de turista).

Todo este panorama evidencia que el poder pretende desmoralizarnos y desgastarnos. Ahora sube la apuesta con estas maniobras lamentables, pretendiendo escoger el camino de la judicialización y el amedrentamiento paraestatal.

Sepa el poder, sepa la sociedad entera, que los trabajadores de la educación movilizados no vamos a cegar en nuestro reclamo. Por el contrario, estamos decididos a profundizar nuestras acciones porque entendemos que este es el camino. Después de golpear tantas puertas y no obtener respuestas, lejos de detenernos, nos empujan a radicalizar las medidas para concretar una propuesta salarial digna.
¡No es con palos ni con oficios, es atendiendo las legítimas y largas demandas de la docencia misionera!»