A comienzos de mayo pasado, la Policía de la Ciudad arrestó a un dealer en los alrededores de una fiesta electrónica en Puerto Madero mientras intentaba esconder su stock entre la ropa en medio del set de una DJ belga. Le encontraron una decena de pastillas de éxtasis con la cara de Lionel Messi. Las pastillas eran particularmente curiosas, tenían la cara del campeón del mundo con su reciente barba y su sonrisa propia de ganar en Qatar, en un granulado compacto, color azul marino.
Hasta aquí, nada fuera de lo normal, otra muestra del ingenio del mercado global de drogas sintéticas que llegaba la Argentina, hecho, desde ya, sin la autorización ni el conocimiento del mejor jugador del mundo. El hallazgo, incluso fue noticia en diversos portales ingleses y australianos, anunciado como una curiosidad.
La “Messi azul” está hace tiempo en la escena local. Al menos desde marzo de este año, diversos usuarios de drogas sintéticas conectados a través de redes sociales y foros de internet preguntaban por estas pastillas que varios vendedores les habían ofrecido. Querían saber de su potencia, si estaban cortadas con sustancias indeseadas como metanfetaminas que les produjeran un cuadro de bruxismo. No era la primera vez que la marca Messi se usaba para vender drogas. A mediados de 2022, una pastilla color salmón con el nombre del ídolo y su logo del tridente salió a la venta entre dealers de Palermo y Puerto Madero.
Varios compartieron sus experiencias tras tomar la “Messi azul”, hablaron de de consumirla en fiestas electrónicas recientes. En sus mensajes en foros, casi todos destacaron su poder, comprimidos que se toman de a trozos, no enteros y de golpe, pequeños pasos a lo largo de una noche.
La semana pasada, la pastilla con la cara de Messi hizo su aparición en el catálogo de un dealer porteño con servicio de delivery que anuncia su material por WhatsApp a través de un grupo selecto de contactos. El vendedor dividía su lista de “rolas” y “ruedas” y “pirulas” en dos categorías, comprimidos de “alta” y “altísima carga”. La “Messi azul” entra en la segunda, con un dosaje anunciado de 300 miligramos de MDMA, el principio activo del éxtasis, a un precio de $9 mil por unidad, pack de cinco por $41 mil.
300 miligramos de MDMA dentro de una pastilla es mucho. Veinte años atrás, según recuerdan investigadores veterano, las primeras muestras de éxtasis incautadas en la Argentina llegaban a 50 miligramos de principio activo, una sexta parte de esta potencia, sí es que realmente tenían éxtasis. En 2019, poco antes de la pandemia, muestras contrabandeadas de Austria y Holanda revolucionaban el negocio local con una potencia de 200 miligramos. Una en particular, de color rosa, con el logo de Coca Cola, un comprimido de aspecto sumamente profesional, ranurado y laqueado, todavía es evocada entre los consumidores locales.
La “Messi azul” supone un nuevo pico en la escala de la droga, pero hay pastillas todavía más fuertes en el catálogo al que accedió Infobae. Un comprimido celeste y blanco con el logo de EA Sports, la firma que produce la serie de juegos FIFA, anunciada por este traficante, asciende a 360 miligramos de MDMA. Otra con el logo de los chocolates Kit Kat, criticada por usuarios online como de “efecto sucio, con tambaleos y distorsión”, se anuncia con 320.
Las pastillas Punisher consumidas en fiestas electrónicas porteñas
El dealer puede mentirle a sus clientes, pero lo que anuncia no es una rareza. La Policía de Alemania emitió esta semana una alerta sobre una pastilla azul con el logo del cráneo de The Punisher, el antihéroe de Marvel Comics, vinculada a la muerte de dos chicas adolescentes. Un test de este comprimido hallado en una discoteca de Manchester reveló una potencia de 477 miligramos.
Las pastillas Punisher, en colores gris y celeste, ya están en el mercado argentino desde 2022, de acuerdo a reportes de usuarios en el foro de consumidores Argenpills.
Si la oferta es cierta, entonces, este dealer tiene en sus manos las pastillas de éxtasis más fuertes registradas en la historia gentina. Su catálogo, por otra parte, es un verdadero signo de los tiempos. La variedad que muestra es insólita. Para los mercaderes de drogas locales, hace tiempo que ya no se trata solo de pastillas.
Redada de la PSA donde se encontraron ocho kilos de MDMA.
Este dealer en cuestión ofrece 14 pastillas distintas de altísima carga, todas superan los 200 miligramos. Ofrece también “pirámides”, una novedad en el mercado para “fomentar tu creatividad y positividad”. “Alejate de la depresión”, invita, en una suerte de medicación psiquiátrica, micro dosis de sustancia sin un especialista que las controle, seis bombones por 28 mil pesos.
Tal vez estos hongos no sean importaciones. Los hongos alucinógenos se producen hace años en la Argentina, en pequeños criaderos en tapers cargados con arroz, con especialistas hippies que dominaron la difícil técnica de la producción por esporas.
Hay dos variedades en el menú. Unos, más “filosóficos”, cotizan $38500 la docena. Otros, “milenarios” y “de la costa de la India”, valen $55.500 la docena.
Hay, incluso, gomitas de LSD infusionadas con THC, un producto que hace al menos dos años circula en las mochilas narco porteñas. En septiembre de 2021, dos hombres fueron arrestados en Chacarita por la Policía de la Ciudad, acusados de vender la golosina alucinógena 1300 pesos la dosis.
Ahora, esa misma golosina narco vale 10 mil. Otras gomitas de LSD, sin cannabis, cuestan 5 mil pesos aproximadamente.
En el caso de Chacarita, los tests de laboratorio químico revelaron que dentro de las gomitas -vendidas por Telegram- incluían nBome-25, una sustancia psicodélica frecuentemente comercializada en Argentina como LSD, un gato por liebre distribuido en troqueles o comprimidos con efectos un tanto más tóxicos.
Sin embargo, lo más caro de todo, gramo por gramo, es el éxtasis puro, la roca granulada de cristal de MDMA. Un gramo de material de origen alemán vale 28 mil pesos. Un gramo promocionado como venido de Ibiza cuesta 32 mil. Otro de “cristal rococó de Amsterdam” se promociona a 34 mil.
En cuatro años, el cristal de éxtasis cuadruplicó su precio en Argentina. Es la droga más cara del momento. Supera a la cocaína rosa, o tuci, el euforizante de moda en discotecas que fue consumido en la fiesta en el departamento del empresario Francisco Sáenz Valiente, que terminó con la muerte de Emmily Rodrigues.
Pero lo más llamativo de todo es que esta parte del juego de la droga no está controlada por grandes narcos, sino por pequeños jugadores. El futuro del consumo en Argentina, hace tiempo, entra por correo, poco a poco.
Gomita alucinógena, otra novedad en el menú
En los primeros cinco meses de 2019, la Aduana capturó 24 paquetes con drogas sintéticas que llegaban del exterior en puntos como Córdoba, Mendoza, La Rioja, Santiago del Estero, con dos sobres termosellados con 114 gramos de cristal de MDMA que fueron enviados a Santa Teresita. Incluso se encontró un pequeño paquete con 12 gramos de heroína, una rareza inédita para las incautaciones locales. Las encomiendas en sobres sellados de correos privados fueron la norma.
Entre enero y mayo de 2023 se encontraron 13,495 kilos, un aumento del 520 por ciento con respecto al mismo período en 2022.
El marketing también cambió. Hoy, para empezar, la oferta por catálogo de WhatsApp se convierte en la nueva norma, luego de que varios dealers que ofrecían su material por Telegram fueron arrestados en los últimos años, como Duvier Humberto Ortiz Vallejo, de 25 años, nacido en Colombia y con DNI argentino número 95 millones, arrestado por la Bonaerense en noviembre de 2021, que había concentrado a 359 seguidores en su grupo “Drogas súper baratas”, donde anunciaba sus packs y promos de ketamina y cocaína rosa.
Ahora, no solo se trata de WhatsApp: los dealers ofrecen su material por stories fugaces de Instagram, donde cuentapropistas mueven gomitas de ácido, flores de marihuana y “rolas” diversas.
Fuente Infobae