La mujer de 27 años, se presentó en la dependencia policial alrededor de las 23:30 horas de ayer, con su hija Yoselin Aylin, buscando ayuda porque aparentemente la misma no presentaba signos vitales. Ante la crítica situación, los agentes constataron el estado de salud de la pequeña e iniciaron los ejercicios de reanimación.
En el patrullero lograron que la misma vuelva a respirar, y junto a la madre fue llevada en principio hasta el nosocomio de Candelaria, y luego derivada al Hospital de Pediatría de Posadas, donde fue atendida por profesionales de la salud, quienes diagnosticaron su buen estado general.
Luego de ser dada de alta, la niña y su madre fueron llevadas nuevamente por los policías hasta su domicilio ubicado en el municipio de Profundidad, donde Yoselin se encuentra fuera de peligro y al resguardo de sus familiares.
RCP es un procedimiento de emergencia que se realiza para mantener la circulación sanguínea y la oxigenación en una persona cuyo corazón ha dejado de latir o respirar de manera efectiva. Estas maniobras son fundamentales para aumentar las posibilidades de supervivencia antes de que llegue la ayuda médica profesional.
La secuencia básica de RCP para adultos y niños mayores de un año consta de tres pasos principales:
- Evaluación de la situación: Verificar la seguridad del entorno y asegurarse de que la persona necesite ayuda médica urgente. Si no responde, pedir ayuda inmediatamente.
- Activar el sistema de emergencias: Llamar al número de emergencias (como el 911) para solicitar asistencia médica profesional.
- Comenzar la RCP: Iniciar la compresión torácica y, si estás entrenado y es posible, las ventilaciones de rescate.
- Compresiones torácicas: Colocar las manos en el centro del pecho de la persona y comprimir el tórax con fuerza y rapidez, a una profundidad de aproximadamente 5 a 6 centímetros, a un ritmo de 100-120 compresiones por minuto.
- Ventilaciones de rescate: Si estás entrenado y te sientes cómodo haciéndolo, realizar respiraciones de rescate utilizando la técnica de «boca a boca» o «boca a nariz», asegurándote de mantener la vía aérea abierta y de que el pecho se eleve con cada ventilación.