Un hombre del barrio porteño de Coghlan empezó a notar que le faltaban cosas en su departamento, donde vive solo. Al ver que no estaban violentados sus accesos, los cuales cerraba con llave o traba, decidió poner cámaras de seguridad que podía controlar desde su teléfono celular.
Asó se percató que le sacaron un queso rallado que tenía en su heladera, varios adaptadores, alargues con enchufes y hasta $100.000 en efectivo. Al ver las imágenes captadas por la cámara notó que una persona había entrado a su departamento: era nada más y nada menos que su vecino del primer piso.
La víctima se mudó hace pocos meses al departamento de Estomba al 3000, en Coghlan, precisamente al cuarto piso, y no cambió la cerradura. Su vecino ingresó en varias oportunidades a su departamento y le hurtó varios objetos.
“Hace un mes empiezo a notar que faltan pequeñeces en mi casa. Pensé que me lo comí o que estaba loco porque no me acordaba. Un día me faltaron $100.000 de un cajón y ahí decidí poner las cámaras”.
En una oportunidad, se activó la cámara que funcionaba con sensor de movimiento. “Lo veía en vivo y en directo, me parecía conocida su cara, pero no me acordaba que era del edificio. Me dijo otro vecino que era del primer piso”, explico en diálogo con eltrece entre risas de sorpresa e indignación.
El hecho ocurrió en Estomba al 3000, barrio porteño de Coghlan. (Foto: Google Street View)
Una vez que observó las imágenes, llamó a la Policía de inmediato. El ladrón se percató de la presencia de las cámaras y huyó del departamento.
A pesar de que el delincuente está identificado por la Policía y saben que es el hijo de la dueña del departamento, no pudieron detenerlo ya que se fugó y hasta dejó abandonada a su perra. “En su departamento encontraron cosas que me robó. Zapatillas de electricidad, queso, alargues. Pero la plata no apareció”.