La Policía Turística de Paraguay registró, el pasado sábado (19), un informe policial firmado por un turista de nacionalidad brasileña, que buscaba la oficina de la corporación, en la cabecera paraguaya del Puente de la Amistad, para denunciar que fue agredido durante un intento de robo en la zona central de Ciudad del Este.

El viajero de 31 años, de Paraíba, dijo que cruzó la frontera con la intención de investigar la compra de neumáticos. En la avenida San Blas, a la derecha de quienes ingresan a Paraguay por el puente, se le acercó un supuesto «guía de compras», quien lo llevó a un local comercial de la calle Camilo Recalde, paralela a San Blas.

Dentro de la propiedad, que funcionaba como fachada, el brasileño estaba rodeado por cinco hombres, quienes dijeron que el lugar era un punto de venta de drogas y armas. Al darse cuenta de que el turista no tenía interés en los productos clandestinos, los individuos le exigieron que entregara todo el dinero que tenía.

La Paraíba, sin embargo, tomó solo unos pocos «cambios», lo que provocó la furia de los extraños, quienes comenzaron a atacarlo y amenazarlo para que no denunciara el caso a las autoridades. Además de la Policía de Turismo, se activó el Ministerio Público de Paraguay. Hasta este lunes (21), los agresores aún no habían sido identificados.

Solicitud de acción: El uso de tiendas «falsas» para la práctica de robos y secuestros-rayos en las cuadras cercanas al Puente de la Amistad ha crecido desde principios de año, llevando a los empresarios locales a exigir medidas a las fuerzas policiales y a los organismos encargados de verificar el funcionamiento de los establecimientos comerciales.

El modus operandi es siempre el mismo: el turista es abordado por supuestas «guías de compras», justo al lado del Puente de la Amistad, y atraído por salas comerciales con nombres genéricos como «Wholesale» o referencias a marcas famosas. Una vez dentro de la supuesta tienda, es amenazado, despojado de objetos de valor y obligado a hacer transferencias a través del PIX.

Además de la oficina de la Policía Turística en la aduana paraguaya de Ciudad del Este (junto al sector de Migraciones, hacia Brasil), los turistas que enfrentan contratiempos en el lado paraguayo de la frontera también pueden recurrir a la Oficina Municipal de Protección al Consumidor, que tiene un mostrador de atención en la Caja de Compras.