Un hombre fue asesinado de un puntazo en la espalda tras una gresca donde se cree participaron al menos cuatro individuos más, a quienes la víctima les consiguió trabajo unos días antes.
El crimen fue perpetrado el pasado lunes en una chacra ubicada en el Lote 16 de Colonia Luján, sin embargo, el encargado del lugar recién constató que uno de los peones rurales estaba sin vida el martes a la tarde.
La víctima es de nacionalidad paraguaya y sin ingreso migratorio al país, al igual que los otros involucrados, quienes se fueron del lugar -de regreso a su país- tras el hecho. En base al testimonio del hombre que contrató a los trabajadores informales, de 51 años, se supo que conocía a la víctima solamente como “Osorio” y que era paraguayo. También le decían “El Porteño”, porque vivió un tiempo en Buenos Aires.
El testigo agregó que era de confianza y que incluso le pidió que le consiga unos trabajadores para la semana. Fue así que el domingo a la tarde se presentó la cuadrilla para cumplir diversas tareas y labores en la chacra.
Le asignaron al grupo una casilla o “rancho” para que resida. El lunes a las 11, el encargado les llevó mercaderías y se retiró.
A las 14.30 de ese mismo día el responsable del lugar fue a la chacra y ningún empleado fue a trabajar. A las 18 volvió al rancho y estaba todo cerrado.
No obstante, al intentar abrir la puerta vio que “Osorio” obstruía la entrada, ya que estaba del lado de adentro y sentado, con la espalda apoyada contra la puerta. Al ver que en el patio había cuatro sillas y varios envases de vino tetrabrik y botellas de caña, pensó que seguramente estuvieron bebiendo y dormían profundamente. Lo cierto es que la víctima ya estaba muerta para ese entonces, pero su patrón recién lo descubrió al día siguiente.
El martes a la tarde el encargado fue a ver qué pasaba que la cuadrilla no se presentó a trabajar, y fue allí que vio que “Osorio” seguía en la misma posición. No tardó en darse cuenta que el hombre estaba muerto y llamó a la policía.
Una vez en la escena, el fiscal de Instrucción de Puerto Rico, Héctor Simón, y personal de Criminalística y de la Brigada de Investigaciones rearmaron el rompecabezas y determinaron lo que pudo suceder.
Al observar desde afuera, no vieron lesiones en el cadáver, por lo que para no borrar o contaminar las evidencias, los investigadores ingresaron por la ventana.
Al dar vuelta el cuerpo, notaron el puntazo en la zona izquierda de la espalda. Para los pesquisas, hubo una gresca afuera de la casilla. Cuando “Osorio” ingresó al lugar para resguardarse lo atacaron desde atrás. Cerró la puerta y tomó un machete, quedando sentado y malherido bloqueando el acceso.
Pasados unos minutos el hombre falleció desangrado y con un machete en la mano. Según el médico policial la víctima tiene entre 40 y 50 años.
El teléfono celular del occiso fue incautado, ya que el domingo se lo entregó a su empleador para que le cargue la batería. No llevaba documentaciones y el resto de los individuos involucrados tampoco, y no se registraron oficialmente, es decir que se desconoce por ahora sus identidades.