Iguazú (LaVozDecataratas) Tras una pequeña caminata con la imagen de la Virgen, soldados de la Escuela de Monte en Iguazú y efectivos de Gendarmería Nacional comparten la celebración de la santa misa.
En la mañana hoy, se llevó a cabo la y de Seguridad. La misma inició con la concentración del personal en el ingreso, quienes peregrinaron con las patronas institucionales hacia el Santuario de Santa María del Iguazú. Posteriormente, se celebró La Santa Misa en el Santuario Ecológico de la Virgen, agradeciendo por su intervención y protección en el trabajo, la familia y el servicio a Dios, a la Patria y a nuestros camaradas.
El origen de la advocación se remonta a 1628. Antonio Farías Sáa, un hacendado portugués radicado en Sumampa (actual provincia de Santiago del Estero, quiso erigir en su estancia una capilla en honor de la Virgen. Solicitó a un compatriota suyo, residente en Brasil, el envío de una imagen de la Inmaculada Concepción de María. Para una mejor elección, su amigo le envió dos imágenes. En el mes de mayo de 1630, las imágenes de la Virgen llegaron al puerto de Buenos Aires procedentes de San Pablo y, acondicionadas en sendos cajones, fueron colocadas en una carreta.
Nuestra Señora de Luján en la Historia argentina: El primer santuario dedicado a Nuestra Señora de Luján se inauguró el 8 de diciembre de 1763 y en él hicieron profesión de fe y se encomendaron buena parte de los próceres argentinos durante la época de la emancipación: Manuel Belgrano, José de San Martín, Cornelio Saavedra, Domingo French, Juan Manuel de Rosas y otros líderes y caudillos de la independencia le tributaron el homenaje de su reconocimiento.
Al dirigirse al Paraguay al mando de una expedición, Manuel Belgrano se detuvo en Luján varios días, mandó celebrar una misa cantada el 27 de septiembre de 1810 e hizo varias visitas a Nuestra Señora en el camarín.
Además de rendirle homenaje por su participación en la gesta de la independencia, Belgrano era recordado con especial afecto por haber residido en Luján durante 1814 y haber consagrado trofeos de guerra a la Virgen de la villa. Entre ellos se cuentan las dos banderas de división realistas arrebatadas por el Ejército del Norte al ejército del general Pío Tristán en la Batalla de Salta, y que Belgrano destinó a Nuestra Señora de Luján en acción de gracias por su protección.