Iguazú (LaVozDeCataratas) El reciente incremento en el precio del gas en garrafa , fue autorizado por la Secretaría de Energía de la Nación, ha despertado inquietudes debido a su rápida implementación y a las consecuencias que podría tener en la economía de los hogares.
El primer incremento, que tuvo lugar el 23 de octubre, un día después de las elecciones, fue del 10%, marcando el comienzo de una serie de ajustes que han afectado directamente a los consumidores. La decisión de llevar a cabo este aumento justo después de un evento electoral clave ha suscitado críticas y ha elevado la sospecha sobre posibles motivaciones políticas detrás de la medida.
El segundo ajuste, ocurrido la semana pasada, aprobó un incremento del 13%, llevando el total acumulado a un significativo 23% en apenas dos semanas, abarcando finales de octubre y principios de noviembre. Este rápido sucesión de aumentos ha impactado directamente en el bolsillo de los ciudadanos, especialmente aquellos que dependen del gas en garrafa como fuente primaria de energía.
Uno de los aspectos más preocupantes de este aumento es su impacto directo en el costo de vida de los ciudadanos. La garrafa de gas de 10 kilos, un elemento fundamental para muchas familias argentinas, ahora tiene un precio de $5 mil, lo que representa un desafío económico significativo para aquellos con ingresos limitados. Este aumento afecta no solo a los hogares, sino también a pequeños negocios y emprendimientos que dependen del gas en garrafa para llevar a cabo sus actividades diarias.