“Policía, Policía”, exclamaron los delincuentes cerca de las 2 de la mañana frente a la quinta ubicada en 197 y 92 de Lisandro Olmos. Los gritos sobresaltaron a dos familias parientes entre sí que se dedican a la siembra en la zona.

“Se metieron con los nenes. Al de 4 años intentaron asfixiarlo con las manos y poniéndole mantas encima porque lloraba debido a que le pegaban a sus padres y tíos”, dijo Clotilde Cisneros, una allegada a las víctimas.

De acuerdo al relato de la mujer, los ladrones les ataron las manos con alambres y precintos a los adultos y los patearon en el piso, al tiempo que los amenazaban diciéndoles que “si no les daban dólares, iban a matar a los chicos”.

“No son ricos. Solo alquilan las tierras que trabajan para la horticultura. Y entre la plata que le robaron, estaba la que tenía para pagar el alquiler. La Policía dijo que va a investigar. Necesitamos trabajar tranquilos”, subrayó la mujer.

La secuencia de terror se extendió durante dos horas. En ese tiempo, además, le pegaron un culatazo a otro de los chicos, de 13 años, y le dejaron la cabeza “sangrando y desesperado”.

La huida de los delincuentes fue tan violenta como lo había sido la irrupción en el domicilio. Tras hacerse de una suma cercana a los 2.200 dólares, que la familia guardaba en una bolsa arriba de un ropero, derribaron las casillas de madera a patadas y rompieron los vidrios de una vieja camioneta, que también quisieron llevarse, pero no lograron arrancarla.

Por último, la pariente de las víctimas resaltó que la policía llegó una hora después de que se escaparon los ladrones.