La problemática se expande más allá de la extorsión financiera. Los conductores también se enfrentan a la vandalización de vehículos, con reportes de ventanas rotas y puertas derribadas para acceder a pertenencias. La situación se torna aún más complicada en áreas como la avenida Córdoba y Brasil, donde los trabajadores turísticos brasileños comparten sus experiencias con preocupación.

La falta de seguridad en los estacionamientos y las áreas turísticas cercanas a la feria se ha convertido en un tema candente entre los visitantes. La recomendación actual es extrema: no dejar objetos de valor en los vehículos y permanecer alerta debido a la creciente frecuencia de incidentes.

Las conversaciones entre los trabajadores del turismo brasileño revelan un escenario desalentador, con quejas que van desde ataques físicos hasta situaciones más inquietantes, como la presunta presencia de sustancias alteradoras en bebidas y comportamientos agresivos.

Hay que  tomar medidas urgentes para abordar estos problemas y garantizar la seguridad de los visitantes y los iguazuenses.  La necesidad de una colaboración efectiva entre las autoridades, gobierno, la comunidad y los actores turísticos se vuelve más evidente que nunca para preservar la reputación y la experiencia positiva de  Iguazú como destino turístico.