El senador libertario Bartolomé Abdala (San Luis) fue elegido esta tarde presidente provisional del Senado y ocupará, así, el segundo escalón en la línea sucesoria de Javier Milei en caso de acefalía. La elección del legislador puntano implicó una dura derrota para el Frente de Todos, que se abstuvo al momento de la votación en rechazo a la sesión, a la que calificaron de “ilegítima, ilegal e inconstitucional”.
La sesión implicó un debut triunfante para Victoria Villarruel como presidenta del Senado. No sólo logró reunir el quórum para habilitar la reunión, sino que, en el proceso, derrotó al kirchnerismo gracias a una mayoría circunstancial integrada por el resto de los bloques legislativos que integran el cuerpo. En el debate, estas fuerzas dejaron en claro que el apoyo de esta tarde no se extenderá como un cheque en blanco para cuando llegue el momento de tratar las reformas que prometió enviar el presidente Javier Milei,
La sesión comenzó gracias al aporte de un mosaico de legisladores radicales, de Pro, bloques de peronistas disidentes y fuerzas provinciales, que prestaron el quorum a la escueta bancada de siete senadores libertarios.
Abdala es un exdirigente de Pro y con fuertes vínculos políticos con el peronismo de esa provincia, que se sumó a La Libertad Avanza en diciembre del año pasado. En octubre encabezó la lista de candidatos a la Cámara alta que terminó imponiéndose y alzándose con las dos bancas por la mayoría en ese distrito.
La designación del puntano le puso punto final a una feroz interna en el escueto bloque de siete senadores de La Libertad Avanza. Hasta la semana pasada, el elegido para ese cargo era el formoseño Francisco Paoltroni. Sin embargo, se impuso la bancada que conduce Ezequiel Atauche (Jujuy) que, votación entre sus miembros mediante, avaló la candidatura de Abdala para disgusto del formoseño.
El inicio de la reunión implicó un duro golpe político para la bancada del Frente de Todos, que conduce José Mayans (Formosa) y que, a pesar de que el jefe de bloque la calificó como una “sesión ilegal, ilegítima e inconstitucional”, permaneció en el recinto durante todo el debate.
Como forma de protesta, los senadores kirchneristas se abstuvieron al momento de la votación. Sin embargo, el bloque no estuvo en su totalidad. Fueron notoria la ausencias del tucumano Juan Manzur, de viaje por Israel, y de los senadores de Santiago del Estero: Claudia Ledesma, esposa del gobernador Gerardo Zamora, Gerardo Montenegro y José Neder.
“Vemos constituida una nueva mayoría, lo que nos parece perfecto, para convalidar esto que el pueblo argentino no votó. Esto ya lo vimos con Martínez de Hoz, lo vimos con Macri y ahora con Milei potenciado. Se inicia el gobierno con una brutal devaluación que ataca los recursos de los trabajadores”, sentenció Mayans.
“Hay una prepotencia de los números. Esto es violentar la Constitución, el Reglamento de nuestra cámara, que tiene rango constitucional. Esta es una reunión que no es una sesión”, sumó su queja la kirchnerista Juliana Di Tullio (Buenos Aires).
En un intento por hacer caer la sesión, Di Tullio pidió una moción de orden para que se votaran las nuevas autoridades y se dejara para la sesión preparatoria del 24 de febrero la definición de la proporcionalidad en la integración de las comisiones. “¿La sesión es válida o inválida?”, preguntó Mariana Juri (UCR-Mendoza). “Porque si es inválida no sé para que piden votar una moción”, remató la secretaría del bloque radical.
Todos los bloques cerraron filas en respaldo a la validez de la convocatoria, destacando que el Senado está habilitado a sesionar para definir cuestiones internas aún cuando el Congreso se encuentre en receso porque el Poder Ejecutivo todavía no convocó a sesiones extraordinarias.
“La intención de esto es dejar acéfalo el cuerpo”, acusó el peronista disidente Juan Carlos Romero al bloque kirchnerista. “La gente quiere vernos trabajar y una buena forma de trabajar es constituir las autoridades., agregó el salteño. “Nos une en principio el cansancio de haber tolerado 20 años de prepotencia en esta casa”, remató.
La crítica a la praxis política de Cristina Kirchner en el manejo de las mayorías parlamentarias y del Senado se repitió en varias intervenciones. “Hace años que acá no hay un plan de labor, se convocaba a sesión 12 horas antes con temas que sólo le interesaban a la vicepresidenta”, se quejó el jefe del bloque radical, Eduardo Vischi (Corrientes).
“Lo único que hemos hechos es conformar esta mayoría para que el Senado pueda funcionar, y lo hemos hecho conforme a derecho, al reglamento y a la Constitución”, sumó su voz el jefe del bloque Pro, Luis Juez (Córdoba), quien le recomendó al bloque kirchnerista que fuera a la Justicia con sus quejas contra la sesión, como tuvo que hacer él cuando la entonces mayoría oficialista le impidió jurar en el Consejo de la Magistratura, contienda que terminó ganando gracias a un fallo de la Corte Suprema.
La derrota del kirchnerismo fue completa. Además de la provisional, la mayoría circunstacial de 39 senadores logró refrendar un acuerdo que dejará al peronismo en minoría en las comisiones de trabajo legislativo. En todas, el kirchnerismo tendrá uno menos que la mitad de sus integrantes. En otras palabras, el Frente de Todos no tendrá la posibilidad de bloquear el trámite legislativo de los proyectos.
Además de la presidencia provisional, se renovará gran parte de la mesa de conducción de la Cámara alta. En especial las secretarías Administrativa y Parlamentaria. En la primera, Villarruel designaría a María Laura Izzo, exfuncionaria del Ministerio de Seguridad. En la segunda, a Agustín Giustinian, exsecretario parlamentario del bloque Pro y estrecho colaborador de Federico Pinedo cuando fue presidente provisional en el gobierno de Mauricio Macri.
Por último, también se definieron el resto de los cargos en la mesa de conducción de la Cámara alta. La radical Carolina Losada (Santa Fe), fue elegida vicepresidenta primera, mientras que la cordobesa Alejandra Vigo, esposa del exgobernador Juan Schiaretti, se quedó con la vicepresidencia segunda. En un gesto de reconocimiento a su condición de primera minoría, quedó postergada la elección de la vicepresidencia del Senado, que le corresponderá al Frente de Todos.