Actualmente, el billete de mayor denominación es el de $2.000, que prácticamente equivale a dos dólares, al tipo de cambio paralelo. Se han avanzado en las especificaciones técnicas y se retomaron actividades que Miguel Ángel Pesce, el predecesor de Bausili, había iniciado en los últimos meses de manera discreta. Pesce había encargado estos cambios debido a las fuertes críticas de los bancos sobre el costo y logística de mantener billetes de tan bajo valor.
De acuerdo con adelantos del Panorama Empresarial del viernes pasado, los nuevos billetes posiblemente entren en circulación en marzo. Sin embargo, el BCRA enfrenta una incertidumbre respecto a la denominación adecuada. Inicialmente, se consideraron billetes de $5.000 y $10.000, pero dado el continuo incremento inflacionario, ahora se barajan otras opciones: billetes de 20.000 y 50.000 pesos, para mantener el paso con la subida de precios.
Sin embargo, existen deudas pendientes con proveedores internacionales: la Casa de la Moneda adeuda u$s11,18 millones a su par brasileña, más de 12 millones de euros a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España, y casi u$s7 millones a China Banknote Printing and Minting Corporation para normalizar el suministro de billetes e insumos.