Iguazú (LaVozDeCataratas) El sector panadero enfrenta una situación preocupante, evidenciada por la disminución de la facturación en el último mes, señalando que la compra de los clientes se ha visto notablemente reducida en un 40%.
A partir de este viernes, el kilo de pan, que antes tenía un precio sugerido menor, alcanza los 1.800 pesos, representando un aumento de 300 pesos en promedio con respecto al último ajuste registrado en diciembre del año pasado.
El impacto de la inflación se ha sentido de manera considerable en el sector panadero, con aumentos acumulativos en los costos de producción. Desde octubre hubo aumento en todos los productos y en diciembre se acentuó. En diciembre aumentamos un 15 por ciento, la harina, tuvo un 180% de suba en 2023.
Esta situación refleja los desafíos que enfrentan los pequeños comercios, que buscan equilibrar la calidad de sus productos con la necesidad de mantenerse competitivos en un contexto económico complejo.