Indígenas, incluyendo niños, provenientes de Ciudad del Este, cruzan el Puente de la Amistad para mendigar en las calles céntricas de Foz de Yguazú. Frecuentemente, se ubican cerca de restaurantes y lugares turísticos, buscando asistencia que afirman no recibir en suelo paraguayo. Expresan su descontento por ser ignorados en la comuna esteña, desconociendo la existencia de una oficina del INDI.

El cruce de la frontera, incluso con menores, plantea problemas, ya que no se dedican a vender artículos artesanales, sino a solicitar ayuda y mendigar. A menudo, se ubican en áreas turísticas, generando preocupación en las autoridades municipales de Foz. Algunos indígenas evitan los lugares de congregación de turistas y prefieren recorrer los barrios de la ciudad.

Lamentablemente, algunos de ellos, incluso niños, son explotados por adultos que los utilizan para pedir dinero. Aunque las autoridades brasileñas intentan abordar esta situación, la mayoría cruza el Puente de la Amistad y regresa a la ciudad brasileña después de ser abordados por funcionarios. Un nativo argumenta que cruzan la frontera debido a la falta de ayuda en su país y expresan su descontento con el trato recibido en Ciudad del Este, desconociendo la existencia de una oficina del INDI en la ciudad paraguaya.