Falsos policías simularon un allanamiento para robarle a una familia en Moreno, pero fracasaron

La banda de seis delincuentes forzó el portón e intentó ingresar a la propiedad; dos rottweilers que soltó el dueño de la casa frustraron el falso operativo

Un clan de seis delincuentes obtuvo el dato de que en la propiedad de un fabricante de piletas en Moreno había dinero. Vestidos con ropa de la Policía Federal Argentina, y a cara descubierta, simularon un allanamiento con orden de detención con el objetivo de entrar y robar. Sin prestar atención al cartel que advertía sobre la presencia de perros, forzaron el portón de ingreso e intentaron abrir la puerta principal. Todo parecía marchar bien hasta que escucharon los poderosos ladridos, lo que los forzó a retirarse.

Armaron un falso allanamiento y simularon ser policías para robar; el análisis de Gustavo Carabajal

La causa se encuentra en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°7 de Moreno-General Rodríguez a cargo del fiscal Jonatan Lay y el auxiliar Maximiliano Gómez. Fuentes judiciales y policiales confirmaron a LA NACION la veracidad del hecho, que ocurrió el miércoles pasado a las 7 en la casa de un comerciante de 47 años, que estaba con su mujer y sus hijos en Andrade al 1800, Paso del Rey.

Falsos policías Moreno

En el video se ve que seis hombres –cinco de ellos, armados– forzaron el portón de ingreso a la propiedad. La casa tenía un cartel que indicaba que allí vive y/o atiende una nutricionista, pero también reside un fabricante de piletas. Dos de los ladrones tenían puestos chalecos con la insignia de “PFA” y tres tenían gorras con la misma insignia. Otros dos portaban chalecos antibalas. Uno tenía papeles en una mano y un celular en la otra como parte del engaño.

Mientras los ladrones buscaban cómo ingresar y ver si había gente, el propietario de la casa, alertado por su mujer, se dio cuenta de que se trataba de un embuste y soltó sus dos rottweilers, que se abalanzaron contra la puerta que los intrusos intentaban abrir. Asustado por los ladridos, uno de los delincuentes disparó.

Si bien en el video no hay sonido, los ladridos y ese disparo fueron suficientes para alarmar y forzar a los delincuentes a huir desesperadamente. Hubo de cuatro a seis detonaciones más. Uno de los asaltantes disparó al aire mientras corría para salvarse del posible ataque de los perros y sus poderosas mandíbulas. El humo de la deflagración de la pólvora de los proyectiles percutados se percibe en el video.

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