Iguazú (LaVozDeCataratas)«Quien tiene para pagar 230 mil o 200 mil si a veces solo llegamos a fin de mes rasguñando, la verdad no se puede, los profesionales se creen que tener un niño autista ya sos millonario o algo así» agregó Rosa, madre de un niño con autista.
Si bien, hay padres que cuentan con obra social, es una odisea cumplir con las condiciones que solicitan las mismas para hacerse cargo del servicio. Tampoco pagan a término y eso hace que parte de los pocos profesionales que cumplen con los requisitos no acepten trabajar con las mismas y solo lo hagan de manera particular.
Desde Familias TEA también se refirieron a la profesionalización de personas que pueden acompañar a los niños: «El mayor problema que tenemos acá en Iguazú es que no tenemos profesionales habilitados para cubrir las necesidades de un chico con discapacidad, hablando netamente del autismo y de las discapacidades neurológicas. Porque, por ejemplo, vos tenés muchas chicas que son estudiantes, que te quieren cobrar como si fuesen profesionales, pero no están capacitadas para tratar con un chico con capacidades diferentes o con necesidades diferentes» mencionaron.
«Tampoco hay programas de estudio para que la gente tampoco se capacite, se titularice con esa profesión que tanto se está necesitando. Entonces, las familias se ven en la necesidad de estar abandonando sus trabajos para quedarse con sus chicos, pasando necesidades, o muchos chicos también están dejando de poder acceder a la escolaridad porque las escuelas también ponen muchísimas trabas. No hay capacitaciones para las maestras que están en los grados, para que tengan tolerancia y el respeto con los chicos con discapacidad» resaltaron.
Además de tener en cuenta que «no todos los chicos tienen que ir a una escuela especial hay muchos chicos que por ejemplo están en el limbo, es decir, que no alcanzan los requisitos para ir a una escuela especial pero tampoco están bien como para ir solos a una escuela regular».