Un taxista de 40 años que había denunciado amenazas de bandas mafiosas que querían que abandone su casa supuestamente para reconvertirla en un bunker de drogas, fue asesinado de al menos 13 balazos en Rosario, frente a su esposa e hijo de 8 años.
El ataque fue perpetrado por dos hombres que se desplazaban en una motocicleta, y que tras concretar el crimen huyeron sin robar nada, informaron este viernes fuentes policiales y judiciales.
Los forenses determinaron que el cuerpo de la víctima, identificada como Juan Manuel Britos (40), presentaba al menos 29 orificios de bala -tanto de entrada como de salida-, en el cráneo, tórax, abdomen, piernas y brazos, y en la escena se encontraron trece casquillos de bala.
El hecho ocurrió alrededor de las 20 del jueves, sobre la vereda de la vivienda situada sobre la calle Felipe Moré al 2600 del barrio Triángulo y Moderno, en la zona oeste de Rosario, consignaron los voceros consultados.
Según las primeras averiguaciones, Britos se encontraba en la vereda de su casa lavando el auto con el que trabajaba como taxista y se hallaba acompañado por su esposa Vanina y su hijo de ocho años, cuando a bordo de una moto pasaron dos hombres, quienes al identificarlo giraron en «U», volvieron y sin mediar palabra abrieron fuego en su contra.
Britos murió en el acto por los múltiples disparos que recibió y le dejaron 29 orificios de bala, mientras que su esposa e hijo resultaron ilesos.
El cadáver del taxista fue trasladado al Instituto Médico Legal de la Unidad Regional II de Rosario para la autopsia de rigor y la División Científica de la Policía de Investigaciones (PDI) secuestró tanto las vainas como el auto que usaba la víctima para trabajar.
Britos había denunciado ante los medios de comunicación que la fachada de su vivienda había sido baleada el año pasado en dos oportunidades y le habían dejado mensajes amenazantes firmados por «la mafia», en los que le exigían que abandone la propiedad y que si no lo hacía iban a matarlo a él y a su familia.
«Ellos quieren que abandone mi casa. Sinceramente no sé qué hacer. Anoche los balazos atravesaron la ventana. Yo estaba durmiendo y las balas pasaron por encima de la cabeza. No mataron a alguien de milagro. No sé por qué tanta violencia. Deben querer mi casa para poner un búnker de drogas. No sé qué pensar», denunció Britos en febrero de 2023 cuando fue víctima de la segunda balacera contra el frente de la vivienda.
Ese mismo día de febrero de 2023, tras conocer la denuncia, el intendente de Rosario, Pablo Javkin visitó al vecino para solidarizarse.