Iguazú (LaVozDeCataratas) Lo que comenzó como una actividad familiar llevando a sus hijos a la escuelita de fútbol del Barrio San Lucas se convirtió en un nuevo camino profesional para Gabriela y Beatriz, dos amigas y vecinas que decidieron seguir adelante en el mundo del arbitraje deportivo.
«Estamos en una escuelita de fútbol con nuestros hijos, y cuando mi amiga recibió el comunicado sobre las inscripciones para el curso de árbitro, decidimos anotarnos», compartió Gabriela con LaVozDeCataratas. Ambas mujeres, con una pasión compartida por el fútbol, se sumaron al curso con entusiasmo y dedicación.
El proceso de aprendizaje comenzó el año pasado, bajo la tutela de la Liga Regional de Fútbol a través de su Escuela de Árbitros. Allí, no solo adquirieron conocimientos teóricos, sino que también tuvieron la oportunidad de aplicar lo aprendido en los partidos de la Primera División Local.
«El año pasado en el campeonato de la Liga Regional debutamos como cuarto árbitro, después ya como asistentes y ahí fuimos encarando», destacó Gabriela, refiriéndose a su progreso en el terreno de juego.
Aunque ya han sido certificadas como árbitras iniciales, Gabriela y Beatriz tienen grandes ambiciones de crecimiento en esta profesión. «Tenemos que seguir estudiando y entrenando. Como el jugador de fútbol, el entrenamiento es lo principal; hay que ser constantes y entrenar todos los días», señalaron.
Para estas mujeres, la capacitación es un proceso continuo, y están decididas a seguir adelante en su camino como árbitras de fútbol, demostrando que la pasión y el compromiso pueden abrir nuevas puertas, incluso en el mundo del deporte.