Iguazú (LaVozDeCataratas) Bajo una identidad falsa, una pareja de estafadores brasileños se refugiaron en Argentina durante un año y vivieron una vida de lujos junto a sus hijos. En las últimas horas, la Interpol logró atraparlos gracias a un insólito motivo. Están acusados de haber montado una estafa piramidal con la que robaron más de 400 millones de dólares en criptomonedas.
Los delincuentes fueron identificados como Antonio Inacio Da Silva Neto y Fabricia Farías, creadores de la empresa Braiscompany, con la que estafaron a miles de personas a través de la compra y venta de criptoactivos por medio de un esquema Ponzi, un caso similar al de Leonardo Cositorto en nuestro país. Ambos fueron sentenciados en febrero y juntos suman casi 150 años de condena.
La investigación para atrapar a los dos estafadores más buscados de Brasil se inició en 2023, cuando la Justicia de ese país ordenó la detención por fraude y delitos contra el sistema financiero. Tras no ser encontrados, en marzo del año pasado se emitió una alerta roja por medio de la Interpol. Su foto, huellas de identidad y número de expediente se podían ver en la página oficial de la policía internacional.
Según informaron medios del país vecino, se sospechaba que con los millones de pesos recaudados por la defraudación se habían fugado a Dubai, pero se descubrió que estaban escondidos en la Argentina, y que entraron por la frontera de Puerto Iguazú, en un auto particular y con documentos falsos.
La pareja estuvo alojada en hoteles de la ciudad de La Plata, vivió en un departamento en Palermo, en una mansión alquilada en Nordelta, pero fue localizada en un barrio privado al norte de la provincia de Buenos Aires, en la ciudad Santa María de Escobar.
Estafa, fuga y una vida de lujos
En Argentina, el hombre se hacía llamar Joao Felipe Costa. Por recomendación de su esposa, se cortó el pelo, se dejó crecer la barba y usaba ropa deportiva para pasar inadvertido.
En sus redes sociales se lo podía ver siempre vestido de traje, haciendo cuentas, en reuniones ejecutivas o dando charlas motivacionales referidas al blockchain. En casi todas las fotos estaba acompañado por su esposa, con quien compartían la pasión por las finanzas y las criptomonedas. Su lema era “El secreto del éxito es la SED de victoria”.
Ambos mostraban una vida de lujos, viajando por el mundo, entre autos costosos, yates y aviones. También se rodeaban de gente importante y hasta de figuras del fútbol mundial, como Messi o Neymar.
Todos los dólares que se había “ganado” a través de la estafa piramidal, con la cual pudo hacerse de 300 millones de dólares y más de 1500 millones de reales, estaban distribuidos en distintas cuentas bancarias.
Las tareas de inteligencia permitieron descubrir la identidad falsa que el ciudadano brasileño había adoptado al ingresar al país. Tras rastrear sus gastos y movimientos, la Policía Federal Argentina, con órdenes del Tribunal Federal Nº 4 de Campina Grande, fueron hasta el country de Escobar para atrapar a los delincuentes.
El dato que les dio el lugar exacto donde estaban refugiados fue insólito: la esposa compró electrodomésticos, puso la dirección de su residencia y su nombre real.
Da Silva Neto se entregó sin ofrecer resistencia. Sin embargo, su esposa decidió atrincherarse en la vivienda con sus hijos. Salió después de una intensa negociación con los efectivos, quienes le dieron “garantías” procesales. A pesar de eso, los agentes nacionales solo realizan la detención. Ambos serán extraditados a Brasil, en donde serán encarcelados.
El juicio por el caso Braiscompany se hizo en febrero de este año, a pesar de que los principales sospechosos estaban prófugos. Da Silva Neto fue condenado a 88 años y 7 meses, mientras que su esposa fue sentenciada a 61 años y 11 meses. Junto con otros ocho acusados, fueron declarados culpables de participar en un plan de fraude.
La condena incluye severas penas para los implicados, que suman 149 años de prisión. Además, el tribunal determinó que deben reparar daños materiales por valor de 277 millones de reales, además de pagar 100 millones en concepto de daños colectivos.
Fuente: TN