Iguazú (LaVozDeCataratas) Radiotransmisores, cámaras «trampa» de altísima calidad, collares satelitales, prótesis realizadas en impresoras 3D y la adaptación de equipos médicos para la utilización en animales son pilares clave para el desarrollo de programas de protección, monitoreo de especies y se volvieron aliadas fundamentales a la hora de la difusión y conservación sobre el cuidado de la vida silvestre, según los especialistas.
El desarrollo de nuevas tecnologías transformó por completo las iniciativas relacionadas al cuidado de la vida en el planeta, tal es así que la Organización de Naciones Unidas (ONU) definió que la edición 2024 del Día Mundial de la Vida Silvestre a conmemorarse este domingo se centre en la innovación digital y la interpelación que estas nuevas herramientas aporten a la protección de la vida silvestre, el comercio sostenible y legal de especies y la coexistencia entre humanos y animales.
«Conectar a las Personas y al Planeta: Explorando la Innovación Digital en la Conservación de la Vida Silvestre» es el lema elegido por el organismo internacional que entre sus considerandos reconoce «el impacto de las intervenciones digitales en los ecosistemas y las comunidades en un mundo cada vez más conectado».
Manuel Jaramillo, director general de la Fundación Vida Silvestre, aseguró que «que la tecnología es una gran aliada al momento de impulsar iniciativas de conservación, disponibilizar datos que ayuden al análisis y toma de decisiones».
También brinda herramientas para «visibilizar la situación de las especies y ecorregiones, y dar cuenta de las amenazas y posibles soluciones, incentivar la reflexión sobre nuestra forma de consumir y producir, y fomentar la adopción de hábitos amigables con la naturaleza», detalló
Asimismo, precisó que hay herramientas de monitoreo, «como MapBiomas que permite mapear la cobertura y conocer los cambios en el uso del suelo a lo largo del tiempo, en diferentes regiones, generar mapas históricos, conocer los resultados de las intervenciones como en los casos de restauración de ecosistemas, entre muchas otras cosas».
Jaramillo remarcó también la utilización de los collares satelitales que permiten «identificar los movimientos de un individuo de alguna especie previamente identificado y así conocer un poco más de su comportamiento en su ambiente natural».
Las cámaras trampa son dispositivos de alta resolución instalados en lugares específicos que se activan con sensores de movimientos y permiten «conocer la presencia (o ausencia) de determinadas especies y así refinar las estrategias para su conservación», apuntó el especialista.
Con información de Telam