Iguazú (LaVozDeCataratas) El tejido comercial de Iguazú, conocido por su dinamismo y diversidad, comienza a sentir los efectos del cierre de pequeños establecimientos. A medida que la economía local se enfrenta a desafíos sin precedentes, los comercios más pequeños son los primeros en sufrir las consecuencias.
En una conversación con LaVozDeCataratas, el presidente de la Cámara de Comercio de Iguazú, Rodrigo Blanco expresó su preocupación por la situación actual: «Nosotros no hemos tenido bajas de socios. Lo que no quiere decir que en Iguazú, no se hayan cerrado. Muchos negocios que se dedicaban exclusivamente a la venta a extranjeros han dejado de hacerlo».
Estas declaraciones ponen de manifiesto la realidad que enfrentan muchos pequeños comercios en la región. La disminución en el flujo de turistas, debido a restricciones de viaje ha impactado directamente en aquellos negocios que dependen en gran medida del turismo internacional.
El cierre de estos establecimientos no solo representa una pérdida económica para los propietarios, sino también un vacío en la oferta comercial de Iguazú. Estos comercios, que solían ser parte integral del paisaje urbano y cultural de la ciudad, ahora se suman a la lista de negocios cerrados, dejando atrás historias de esfuerzo y emprendimiento.
La situación del comercio en Iguazú refleja los desafíos más amplios que enfrentó la economía local en medio de la pandemia. Si bien es cierto que la reactivación del turismo es crucial para la recuperación de estos negocios, también es necesario implementar medidas de apoyo y estímulo para garantizar su supervivencia a largo plazo.
En este contexto, es fundamental que las autoridades locales y regionales trabajen en conjunto con el sector empresarial para encontrar soluciones viables y sostenibles. La resiliencia y la capacidad de adaptación son características inherentes al espíritu emprendedor de los habitantes de Iguazú, y juntos, podemos superar estos desafíos y construir un futuro próspero para nuestra comunidad.
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