El jueves pasado, la Policía Federal realizó ejercicios simulados de crisis en el Aeropuerto Internacional de Foz do Iguaçu.

El propósito de la realización de dichos ejercicios es poner a prueba los protocolos de emergencia, las acciones de los organismos de seguridad y apoyo, y la respuesta a la amenaza simulada, monitoreando el proceso desde la información entregada por el capitán hasta la liberación de los pasajeros.

Durante el ejercicio, se simuló el uso de un vehículo blindado que ingresaba a la plataforma de aviación general con el secuestro de una aeronave, la toma de rehenes y la amenaza del uso de un artefacto explosivo.

Con la participación de agentes de la Policía Federal, un equipo de trabajadores de explosivos del BOPE/PM, soldados de la FAB, empleados de la terminal y soldados de las empresas Brinks y Helisul, se instaló una oficina de crisis donde se realizaron los trámites para contener las amenazas, negociar con los secuestradores, liberar a los rehenes y retomar la aeronave.

Los dos ejercicios realizados, Simulacro de Incautación Ilícita de Aeronaves (ESAIA) y Simulacro de Incautación de Bombas (ESAB) son obligatorios y anuales, según lo determine la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), a través del Plan Nacional de Seguridad de la Aviación Civil contra Actos de Interferencia Ilícita (PNAVSEC), en todos los aeropuertos con gran tráfico de pasajeros.

Al final, los organizadores evaluaron el resultado de la capacitación como positivo, con una coordinación satisfactoria entre las entidades involucradas y el tiempo de respuesta a las amenazas presentadas en la situación de crisis simulada. Dichos simulacros no solo permiten mejorar las actuaciones de las fuerzas de seguridad y organismos de apoyo en situaciones de crisis, sino que también refuerzan el compromiso con la seguridad de la aviación civil en el país.