Iguazú (LaVozDeCataratas) El contexto para que la tarjeta de crédito recupere algo del terreno perdido frente a la de débito, explican en la empresa, se enmarca en la salida del pozo del consumo. Tras un primer trimestre del año muy crítico, luego del cambio de gobierno, la devaluación y el pico recesivo, muchas empresas se encontraron en el segundo trimestre con abundantes stocks sin vender. Esa situación llevó a que reapareciera el financiamiento en cuotas, ya no tan impulsado por los planes oficiales estilo “Ahora 12″ sino por las propias cadenas comerciales y el sistema financiero, en virtud de la baja de tasas que impulsó el Banco Central.
Por el lado del consumidor, explican, volvió el interés para comprar solamente cuando aparecieron opciones de financiamiento en cuotas. Aún dentro de una economía con un consumo en caída, el uso de la tarjeta de crédito creció cuando se ofreció la posibilidad de pagar a plazos. La crisis, como es previsible, hizo cambiar las prioridades: en el segundo trimestre, el consumidor se inclinó poco por aquello que no era urgente. Así, cayó el uso de la tarjeta de crédito en categorías como electrodomésticos, indumentaria o gastronomía, mientras que se extendió en la compra en supermercados, estaciones de servicio o en ocasiones especiales como el Hot Sale.
En cuanto a la tarjeta de débito, un dato significativo del informe fue el aumento de su uso para retirar dinero en efectivo en locales comerciales, tales como estaciones de servicio, supermercados o farmacias. Medido en cantidad de operaciones, el retiro en comercios creció un 32% en el último año, mientras que la extracción por cajeros automáticos solamente el 9%.
Los datos del Informe de Pagos Minoristas del Banco Central correspondientes a junio apuntan en el mismo sentido. Si bien los cajeros todavía representan el 90% de los retiros totales de efectivo con un promedio por operación de $24.000, las extracciones “extrabancarias” superaron los 10 millones de operaciones, con un promedio por retiro que llega hasta $33.000. Esta última cifra incluye también los retiros de efectivo vía transferencia.
El informe del Banco Central, asimismo, refleja un crecimiento en la cantidad de transacciones digitales realizadas el mes pasado, aún cuando el contexto macroeconómico no es favorable, ya que el consumo no termina de despegar y la actividad económica está teniendo un rebote a un ritmo muy lento y solamente en algunos sectores.
A pesar de ese escenario, en junio hubo un crecimiento interanual en todos los medios de pago electrónicos. Por el lado de las tarjetas, la suba se registró tanto en operaciones con crédito (24,6%), débito (33,4%) y prepagas (60%). A su vez, también crecieron las transferencias interoperables vía QR (68,3%) como las que se realizan dentro de una misma billetera (114,2%).
Fuente: Infobae