Iguazú (LaVozDeCataratas) El nivel del río Paraná continúa registrando un descenso sostenido frente a Ciudad del Este, situándose unos 8 metros por debajo de su nivel habitual, según los datos más recientes. Este fenómeno está siendo impulsado por dos factores clave: la falta de lluvias a lo largo de gran parte del trayecto del río y las medidas adoptadas por la represa de Itaipú, que está almacenando agua para prepararse ante un verano que se espera especialmente riguroso.
La ausencia de precipitaciones afecta casi todo el tramo de 4.800 kilómetros del cauce hídrico, que en gran parte transcurre por territorio brasileño. Actualmente, Brasil atraviesa una de las peores sequías de su historia, según el portal de noticias G1, lo que agrava la situación de los ríos y cuerpos de agua en la región.
A esta situación se suma el manejo del embalse de Itaipú, que ha comenzado a retener agua en su reservorio, contribuyendo al descenso del caudal. Esta decisión, necesaria para garantizar el suministro energético durante el verano, está afectando el nivel del río Paraná en la zona comprendida entre la usina de Itaipú y la desembocadura del río Iguazú, en la región de las Tres Fronteras.
El continuo descenso de las aguas es cada vez más evidente y, según los pronósticos, podría empeorar en los próximos meses si la sequía persiste. La situación preocupa a las comunidades y sectores que dependen del río, mientras se espera que la falta de lluvias continúe afectando tanto a Brasil como a las áreas circundantes del Paraná.
Este fenómeno podría tener impactos significativos en las actividades económicas y en los ecosistemas de la región, lo que plantea un escenario complejo en los próximos meses.
Fuente: CDHot