Marín explicó que los precios de YPF se ajustan en función de la cotización global del barril: cuando el precio baja, los surtidores reflejan esa disminución, pero lo mismo ocurre a la inversa, y actualmente el mercado internacional ha presentado una suba significativa.
Según un ejecutivo de la industria, el mercado local de combustibles está rezagado en promedio un 6%, y en el caso de la nafta súper, el desfase alcanza el 9%. De acuerdo a esta situación, se espera una actualización de precios en noviembre, siguiendo la tendencia de ajustes mensuales.
Este aumento previsto se presenta como un desafío para el Gobierno de Javier Milei, que ha logrado avances en la reducción de la inflación. Un alza del 6% al 9% en los combustibles impactaría directamente en la economía, poniendo en riesgo los logros inflacionarios alcanzados hasta el momento.
Además, el contexto financiero de YPF sigue bajo la atenta mirada de Burford Capital, acreedor en el juicio que condenó a Argentina a pagar 16.100 millones de dólares por la renacionalización de la petrolera estatal. La relación entre los precios locales y los valores internacionales será clave en las futuras negociaciones y responsabilidades financieras que enfrente el país.