Iguazú (LaVozDeCataratas-Kelly Ferreyra) Durante su tiempo en Iguazú, Verón Rodríguez impulsó un vínculo estrecho entre el Ejército y la sociedad civil, abriendo las puertas de la institución para múltiples actividades conjuntas que permitieron a la comunidad conocer de primera mano el trabajo de las fuerzas armadas. Estas experiencias fortalecieron el entendimiento mutuo y demostraron la importancia del Ejército como un actor comprometido con el desarrollo local.
El acto protocolar de despedida estuvo cargado de emoción, reflejando el afecto y respeto que Verón Rodríguez supo ganarse entre sus colegas y representantes de otras fuerzas. La ceremonia, marcada por palabras de reconocimiento y agradecimiento, concluyó con lágrimas que evidenciaron el impacto de su labor en un lugar tan emblemático como Iguazú.
Un legado que trasciende
Iguazú, con sus desafíos y particularidades, se convirtió en un lugar donde el Coronel Verón Rodríguez no solo cumplió con su deber, sino que también amplió su familia con amistades sinceras y vínculos que permanecerán en el tiempo. Su paso por la ciudad es un recordatorio del compromiso, la camaradería y el impacto positivo que las fuerzas armadas pueden tener en una comunidad.
Desde Iguazú, se despide a un líder que deja una marca, no solo en la institución que representa, sino también en el corazón de quienes tuvieron la oportunidad de compartir su camino.
Durante la ceremonia, el Coronel Eduardo Verón Rodríguez entregó la dirección al Teniente Coronel Diego Flores, quien asumirá la responsabilidad de liderar la Escuela de Monte.
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